Verónica Zumalacárregui busca nuevas recetas ancestrales de México

15 de Octubre de 2018
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México, 15 Oct (Notimex).- De nueva cuenta, las abuelitas de México abren las puertas de su casa a la española Verónica Zumalacárregui para compartirle los secretos culinarios que su familia ha guardado generación tras generación.

Luego de un año de ausencia en este país, la afamada periodista regresa para visitar diversas ciudades y filmar la segunda temporada de la serie “Abuelita linda”, que presentará el canal de televisión El Gourmet.

Teotihuacán, Tlaxco, Huamantla, Santiago de Querétaro y Amealco son los primeros destinos que la conductora recorrerá en busca de abuelitas lindas que le revelen la forma de crear los genuinos sabores de la cocina mexicana.
“Ellas han sido tan lindas con nosotros que nos han compartido las recetas de sus abuelas y bisabuelas. Por sus tradiciones y raíces ancestrales, México es un país con muchísimo potencial a nivel culinario y nuestra meta es que sus recetas no se pierdan”, destacó la conductora en entrevista con Notimex.

La primera vez que vinieron ella y su equipo, consideraron que habían hecho muy poco para todo el universo gastronómico de México que aún podían explorar, por ello es que propusieron un segundo ciclo del programa.

Chileatole verde, mixiotes de carnero y enchiladas queretanas son algunas de las recetas que presentarán en la nueva entrega.

Para Verónica Zumalacárregui, las abuelitas de México tienen un peso importante en el núcleo familiar porque hacen que todos sus integrantes se unan, sobre todo a la hora de comer, situación que ha observado ocurre más en este país que en el resto del mundo.

“No solo hemos aprendido de ellas sus recetas sino la forma en que enfrentan la vida con alegría, pasión y ganas de que su familia permanezca unida. En México, ellas son las matriarcas, las que mandan y a las que se les respeta mucho. Esto no sucede en otros países”, destacó.

La selección de abuelitas que participan en las emisiones, ocurre a través de un “casting” a fin de evaluar que sean representantes de varias zonas del país, que amen cocinar y tengan la energía e interés de estar grabando, pues son muchas horas de rodaje, desde que van al mercado para adquirir los ingredientes hasta la elaboración del platillo.
En la temporada pasada, Verónica Zumalacárregui acumuló infinidad de anécdotas, una de ellas, cuando probó los nopales que hoy le fascinan.

“Al principio dije: ‘¿el cactus se come?, ¿cómo es esa babilla que suelta?’ Lo miraba con un poco de prejuicio, pero cuando lo probé me encantó y cuando me dijeron que era súper sano, lo comí mucho más. Respecto a los chiles, hicieron que mi paladar se acostumbrara a ellos y ahora los pido cuando voy a un lugar a comer, me he hecho adicta”.

Recordó también cuando visitó a la señora Alfonsina de Cuetzálan, Puebla para conocer la receta de su mole de Cuetzálan.

“Le pedí ayudarle a menear el mole y no me lo permitió porque decía que se cortaba el sazón y que no iba a salir igual el guisado. La señora Lidia, por ejemplo, nos hizo una cochinita pibil bajo la tierra y ella era quien daba las órdenes a todos los miembros de su familia. Cada uno sabía lo que tenía que hacer, pero ella todo lo controlaba”.

La serie documental se transmite para varios países. Al principio, a Verónica le preocupaba que fuera así porque no sabía si la audiencia se engancharía con recetas que no son de su región, pero al menos en España les encantó y enterneció mucho el concepto de las abuelitas.
“Abuelita linda”, dice, es tan solo el pretexto para acercarnos a México, a su cultura, sus raíces y su gente.

“En Corea del Sur, por ejemplo, la comida es muy extraña debido a que siempre ha habido hambruna y ellos buscan alimento en todo tipo de plantas que aquí jamás se comerían, incluso, la carne de perro. Situaciones así te dan mucha información acerca del país en términos históricos y culturales”.

No obstante que ha recibido demasiada información respecto a la preparación de alimentos tradicionales de México, Verónica Zumalacárregui confiesa que pocas veces se ha atrevido a prepararlos, pues no es muy dada a cocinar.

“Debido a que como tanto cuando estoy fuera, al llegar a casa prefiero la comida sana. Sin embargo, de Yucatán me llevé mucho achiote y he preparado lentejas con especias, así como el guacamole”.

Admitió que así como existen alimentos que le gustan, otros no tanto como los escarabajos de Bangkok y los escorpiones de Pekín; los tacos de ojo de res en Coyoacán, las vísceras y páncreas de Jordania, o los corderos en su propia leche.

“Cuando en España les digo que aquí he comido la hueva de hormigas, se sorprenden, pero es que para mí los escamoles son uno de mis manjares preferidos al igual que los grillos. No se debe tener prejuicios, hay que llegar a cada país y a cada región con la mente muy abierta”, subrayó.

El pozole es uno de sus platillos favoritos y el que le hicieron en Guadalajara le encantó así como la cochinita pibil y la sopa de tortilla.

Aunque no es un hecho todavía, Verónica Zumalacárregui pensaría en escribir un libro para capturar todas las recetas que le han compartido las abuelitas lindas.

La segunda temporada de “Abuelita linda” aún no tiene fecha de estreno en el canal El Gourmet. La anterior se presentó en abril de 2017 y se convirtió en éxito de audiencia en México y en el resto del mundo hispano.