¿Cómo vivió la madre de Selena Gomez el transplante de riñón de su famosa hija?

26 de Mayo de 2018
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La madre de Selena Gomez,ha ofrecido una extensa entrevista en la que se sincera abiertamente sobre la angustia que vivió durante tan delicada intervención.

Aunque las malas lenguas aseguran que Selena Gomez y su madre, Mandy Teefy, prácticamente no se hablan al mantener una tensa relación personal desde hace varios años, a cuenta entre otras cosas de la animadversión que la segunda sentiría hacia Justin Bieber -exnovio de la cantante-, lo cierto es que la progenitora de la estrella del pop se ha sincerado ahora sobre la profunda angustia que vivió el verano pasado cuando Selena tuvo que someterse a un delicado transplante de riñón junto a su amiga y donante Francia Raisa.



"Creo que ese fue el momento más duro que he tenido que experimentar como madre, sobre todo porque hubo varias complicaciones y estábamos básicamente solas, ella y yo", ha contado Mandy en una entrevista a Entertainment Tonight retransmitida en directo por Facebook Live, en la que no ha tenido reparo alguno en rememorar tanto los detalles de la primera operación como los del segundo paso de la artista por el quirófano.




La tensión y el nerviosismo que le invadieron cuando los médicos se percataron de que el riñón que le había sido transplantado a Selena no funcionaba como debería se vieron claramente reflejados en los "gritos" y explicaciones que Mandy no dejaba de pedir al personal del hospital Cedars-Sinaí: un centro del que ahora no ha dudado en bromear sobre la posibilidad de que la tenga "vetada".

"Creo que me ha vetado la entrada en el Cedars, porque no paraba de ir de una torre a otra. Por una razón que todavía desconozco, [Selena y Francia] estaban ingresadas en torres diferentes, y cada vez que ocurría algo quería saber en primera persona qué estaba pasando, gritándole a todo el mundo y poniéndome de los nervios", ha añadido en la misma conversación, dejando claro además que su preocupación era doble por el profundo cariño que le profesa a Francia.

"No solo tenía que cargar con el peso de ser la madre de una de las pacientes, también sentía la presión de tener que preocuparme por Francia, por su madre y por su familia. Dios bendiga a los familiares de todos esos chicos que tienen enfermedades crónicas y que tienen que vivir toda la vida con ellas. La fuerza que exhibe toda esa gente es extraordinaria", ha aseverado.