Pese a que él siempre trató de mantenerse en un discreto segundo plano, la fama de la cantante y sus maneras extravagantes convirtieron su verano juntos en un circo mediático documentando constantemente por las cámaras: bien fueran las de los paparazzi o las del docu-reality que estaba rodando en ese momento la artista.
En vista de los mundos tan diferentes de los que provenían y en los que se movían, la noticia de que la pareja había cancelado sus planes de boda el pasado octubre no supuso una gran sorpresa para sus allegados.
Aunque Mariah ha hablado largo y tendido al respecto, hasta ahora el que podría haberse convertido en su tercer marido había preferido no pronunciarse al respecto.
Y desde luego la espera para conocer su opinión ha merecido la pena, ya que Packer se ha desahogado a gusto acerca del enorme 'error' que supuso su historia con la intérprete.
"Ese fue un punto muy bajo en mi vida personal. Ella era amable, divertida y atrevida. Mariah es una mujer increíble, pero lo nuestro supuso un error tanto para mí como para ella", ha asegurado ahora el discreto millonario en una rara entrevista a The Australian.
Tras decidir seguir caminos separados, Packer se ha dado cuenta que el verdadero amor de su vida era y sigue siendo su exmujer, Erica Baxter, quien por su parte mantuvo hasta hace poco un romance, bastante más discreto que el del su ex, con otra estrella de la música: el cantante Seal.
"Es mi mayor arrepentimiento, permitir que mi matrimonio con Erica se fuera a pique. Así es como están las cosas, y ella está haciendo un trabajo magnífico con los niños, y estamos pasando por un buen momento".
En el momento de la ruptura de Mariah y Packer, se rumoreó que la cantante culpaba a la Iglesia de la Cienciología -a la que él había pertenecido entre 2002 y 2006- y en concreto a uno de los gerentes del empresario, Tommy Davis, otro antiguo cienciólogo, de "envenenar" la mente de su chico en su contra.
Sin embargo, desde el círculo de Packer apuntaban a que el verdadero motivo de su separación había sido el carácter despilfarrador de la estrella de la música.