Un tumor cerebral del tamaño de un limón que comenzó provocándole un cansancio fuera de lo común y acabó afectando a su visión y memoria, y sobre el que únicamente se ha animado a hablar ahora.
"Había estado trabajando un montón, quizás 80 horas a la semana, y también entrenaba muy duro, así que al principio no me sorprendió".
"Pensé que únicamente debía cambiar mi rutina de ejercicios y que tendría que cambiarla por actividades más sencillas como el senderismo", explica la intérprete acerca de cómo reaccionó ante los primeros síntomas en una entrevista a Cosmopolitan, antes de que darse cuenta de que se trataba de un problema de gravedad.
"Era casi como si padeciera afasia [un trastorno del lenguaje], pero no era solo que no fuera capaz de encontrar las palabras adecuadas, también perdía el hilo de mis pensamientos, no era capaz de acabar las frases y ahí fue cuando empecé a preocuparme de verdad".
"Las palabras 'tumor cerebral' ni siquiera estaban en mi radar. Fui a que me hicieran una resonancia magnética, y sabes que el problema es serio cuando no te hacen esperar, sino que te dicen directamente que el radiólogo quiere hablar contigo".
"Cuando empezó a decir que parecía un tumor manejable, me quedé en blanco. Mi asistente me había llevado al hospital y tuve que llamarla para que tomara notas, porque yo no era capaz. Nunca había imaginado nada parecido".
Tres días después, la actriz se sometía a una exitosa intervención quirúrgica que le hizo dejar a un lado todas sus preocupaciones anteriores para centrarse en lo verdaderamente importante: su salud.
"Me encanta trabajar duro, y hacer 800 cosas a la vez, y esa fue una lección increíble de lo importante que es el proceso de recuperación. Hice exactamente lo que me mandaron los médicos, les hice un sinfín de preguntas y ellos a cambio me apoyaron mucho", afirma la artista.