"Dios mío, hay noches que no puedo dormir pensando en lo mismo: 'Vas a estropearlo, vas a meter la pata. Es la última temporada y por alguna razón saldrá todo mal'. Mis amigos siempre me dicen que a estas alturas Daenerys y yo somos una misma persona, y que tengo que confiar en mis instintos.
Y yo les digo que no, que tengo que investigar más a fondo. Cuanto más alto se coloque el listón, más fuerte será la caída. Suena fatal, pero es la verdad. Básicamente lo que sucede es que no quiero decepcionar a nadie", ha confesado la intérprete británica en una entrevista a la edición australiana de la revista ELLE.
Aunque el final de la ficción de la HBO la dejará sin su -nada desdeñable- fuente de ingresos de los últimos seis años, a Emilia le queda la satisfacción del trabajo bien hecho al haber dado vida a una de las heroínas más fuertes de la historia televisiva y de haber roto barreras en lo que respecta a la representación de los desnudos femeninos.
Pese a que en su momento fue muy criticada por acceder a quitarse la ropa con frecuencia frente a las cámaras, la británica considera que el hecho de que su compañero de reparto Michiel Huisman, encargado de dar vida a su amante Daario Naharis, también protagonizara una escena subida de tono demuestra que los creadores de la serie no discriminan ni diferencian.
"La frase que mi personaje le dice: 'Quítate la ropa', ¡es brillante! De hecho, les di las gracias a David Benioff y D.B. Weiss, ¡era la escena por la que llevaba esperando mucho tiempo! Porque he tenido que soportar un montón de mi**da por hacer desnudos y escenas de sexo.
Eso, en sí, ya es muy antifemenista. Que las mujeres critiquen a otras mujeres es muy triste. Me resulta muy perturbador, así que resulta maravilloso tener una escena que sea justamente lo contrario, para poder decirles: 'Toma eso'", ha añadido.