Cressida Bonas no soportaba la presión social cuando salía con el príncipe Enrique

La joven actriz no podía evitar que los comentarios y las críticas sobre su aspecto le afectaran profundamente durante su relación sentimental con Enrique.

Tras el final de su intermitente romance con Chelsy Davy, el príncipe Enrique (32) encontró temporalmente la estabilidad sentimental junto a la actriz Cressida Bonas (27) -hija de Lady Mary-Gaye Curzon-, con quien mantuvo una relación de dos años entre continuos rumores de boda, hasta que en 2014 la pareja hacía pública su ruptura.

Ahora la escritora Ingrid Seward, amiga íntima de la madre de Cressida, revela que uno de los motivos que precipitó el final del noviazgo fue que la joven era incapaz de soportar el escrutinio mediático al que vivía sometida como novia de un miembro tan destacado de la realeza británica.

"La hija de una amiga mía mantuvo una relación con el príncipe Enrique, Cressie, la chica más guapa que te puedas imaginar. Me dijo que fue horrible porque cada vez que salía a la calle podía escuchar cómo la gente la criticaba. Sacaban los móviles y le sacaban fotos. Comentaban: 'Miradle el pelo', 'Mirad su ropa, y las botas, ¡no se ha atado bien los cordones!'. Estamos hablando de una chica normal y guapa, y ella no pudo con la presión. Pensaba: '¿Por qué está consiguiendo afectarme con sus comentarios?'", reveló Ingrid Seward -autora de varios libros sobre la familia real británica- durante el Henley Literary Festival.

Desde el punto de vista de la autora, la duquesa Catalina de Cambridge, esposa del príncipe Guillermo, también acusa el estrés y el hecho de que todos sus movimientos se analicen con lupa por los medios y en las redes sociales, lo que le restaría espontaneidad.

"Con Twitter y las redes sociales hay mucha presión puesta sobre Guillermo y Catalina. Desde fuera puede parecer que [a la duquesa de Cambridge] le falta un poco de personalidad, pero creo que lo que pasa es que está aterrada, aunque no lo parezca después de nueve años en esa posición. Pero tiene miedo de decir algo que genere controversia. En cierto modo es algo que no está bien moralmente", aseguró.