Raúl Quintanilla adapta “El padre” de Strindberg

México, 13 Jul (Notimex).- La toma de decisión, la mentira y el amor convergen en la puesta en escena El padre, que escribió en 1887 el escritor y dramaturgo sueco August Strindberg y que ahora Raúl Quintanilla adapta con la Compañía Nacional de Teatro (CNT) para demostrar que las dudas y dificultades de la paternidad están vigentes.

La historia retrata los problemas de un matrimonio que está por decidir el futuro de su hija, suceso en el que hasta un doctor y un ministro religioso participan de una u otra forma hasta llegar a las últimas consecuencias.

La Sala Héctor Mendoza, sede de la CNT, alberga la puesta en escena que pone a la luz personajes que pueden identificarse con cualquier familia de la actualidad, a pesar de haber sido escrito en el siglo XIX.

Mediante una escenografía que incluyó mesas, un ventanal de madera con vidrios, que dejan ver un paisaje de bosque y montañas, los actores en escena llevaron al público a conocer a una familia de nivel medio y sus proyectos.

En la obra, el padre, un exmilitar y científico, pretende mandar a su hija a la ciudad para que continúe con su educación, en tanto que la madre desea que ella se quede con ellos para ser una mujer de hogar.

Los conflictos se centran entre ambos progenitores, quienes no se ponen de acuerdo en el futuro de su descendiente, por lo que ella inventa que su esposo está enfermo de sus facultades mentales para evitar que envíe a su hija a la ciudad.

El doctor y el pastor del pueblo, este último hermano de la madre, apoyan a la mamá en una discusión en que hasta se ve envuelta la nana de la familia, quien le pone la camisa de fuerza al padre para llevarlo al hospital.

El elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro que participan en la puesta en escena lo conforman Marta Aura, Marco Antonio García, Ana Ligia García con el papel de la madre, Fernando Huerta Zamacona, María del Mar Náder Riloba, Óscar Narváez y Roberto Soto, que interpreta al padre.

El equipo creativo está integrado por Philippe Amand como diseñador de escenografía e iluminación, Cristina Sauza como diseñadora de vestuario, Marco Antonio Silva como diseñador bioexpresivo y Álvaro Samper como asesor en investigación.