Trajes regionales del istmo de Tehuantepec, más vivos que nunca

21 de Noviembre de 2016
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Juchitán, Oax., 21 Nov (Notimex).- El encanto de las mujeres y las muxhes del istmo de Tehuantepec no tendría el mismo misticismo sin la belleza de sus trajes regionales, obras de arte que aún hoy lucen orgullosas por las calles y en las fiestas de sus comunidades.

Si Frida Kahlo volvió el traje de Tehuana un emblema de México en el mundo, las mujeres y las muxhes del municipio de Juchitán mantienen el traje de juchiteca latente en sus raíces, en el día a día.

Al realizar un recorrido por las calles de esta localidad no es extraño encontrarse a señoras, jóvenes, niñas y muxhes portando el tradicional vestuario de "teca" donde las trenzas decoradas con listones de colores caen suavemente sobre los hombros.

Lo huipiles, con sus delicados bordados a mano o a máquina, tienen plasmados elaborados patrones y las enaguas lucen encantadoras con llamativas tonalidades.

Los aditamentos que conforman los trajes de "tecas" que pueden ser del diario, de media gala, de gala y para la mayordomía (la organizadora de una vela, fiesta), se componen comúnmente del huipil (blusa), enagua (falda), resplandor (velo), joyería de oro y filigrana, así como por el peinado recogido en una trenza y decorado con listones y flores frescas.

Cada una de estas piezas puede ser adquirida por oriundos y visitantes en el mercado local, un espacio de dos pisos en donde el terciopelo y el algodón son los lienzos en donde se bordan cadenillas y flores de los trajes que pueden alcanzar hasta 40 mil pesos.

Además, aquí se pueden comprar los aguadores (collares) de centenarios, semanarios (pulseras) y aretes en precios desde 80 hasta 13 mil pesos.

trajes-regionales-del-istmo-tehuantepec-1La señora Esmeralda, vendedora y cocinera del mercado, es uno de los muchos ejemplos del orgullo que este pueblo zapoteca tiene por sus tradiciones, ya que en su pequeña fonda recibe a sus comensales arreglada con su traje para el día a día en color azul cielo y un tocado de flores naturales que recién adquirió en alguno de los puestos que ocupan toda una calle del centro.

No obstante, también durante sus fiestas, las mujeres y las muxhes "tiran la casa por la ventana" en su arreglo personal ya que portan hermosos trajes de gala o media gala elaborados en tela de terciopelo y con flores bordadas a mano, que complementan con suntuosos collares elaborados por artesanos locales.

Peinada con la tradicional corona de trenzas decorada con rosas rojas, la mayordoma de la vela de los muxhes de este año, realizada por "Las auténticas intrépidas buscadoras del peligro", María del Carmen, describió que su vestuario de terciopelo negro bordado con grandes flores rojas, era un ejemplo del traje de media gala.

"Es de media gala porque las flores no están bordadas a mano pero es de terciopelo negro. Si las flores estuvieran bordadas a mano y todas juntas, es decir, que no hubiera un espacio entre ellas, hablaríamos del traje de gala porque además el holán de mi traje no es el típico, el tradicional es de encaje tipo cristal como le llamamos", dijo.

Resaltó que la joyería de filigrana que porta y que fue adquirida en el mercado es un trabajo "ejemplar de los orfebres", ya que los delicados hilos que tiene su hermoso aguador es un trabajo muy dedicado.

"Además, por ejemplo, mi pulsera tiene monedas norteamericanas que son más costosas que las tradicionales de centenario", señaló María del Carmen.

trajes-regionales-del-istmo-tehuantepec-2Por su parte, vestida con un conjunto en tono rosa mexicano, Elisa, una joven reina de la vela de su universidad, que fue invitada a la vela de los y las muxhes, explicó que ella, al ostentar el papel de reina, el vestuario que portaba era de gala, proveniente del municipio de Ixtepec y el cual tenía una antigüedad de más de 70 años.

"Los colores de las flores y el terciopelo son antiguos ya no se fabrican y este traje es una reliquia de mi familia que le perteneció, en su momento, a mi abuela materna", añadió.

El brillo y el lujo de su vestimenta, sin duda se la daba el fleco de gusanillo bañado en oro que portaba encima del huipil, una joya valuada en más de 20 mil pesos.

"Como soy reina debo de portar este fleco que lo usan algunas mayordomas también, además en mi peinado traigo una lluvia que está elaborada de papel esmalte por una artesana de Tehuantepec que lleva más de 70 años trabajándolo", aseveró.

Detalló que cada uno de los elementos del traje regional es de ella y las reinas, de acuerdo con sus posibilidades económicas, adquieren los accesorios necesarios. "Cuando no pueden comprar el fleco, lo pueden rentar y les sale en mil 500 pesos la puesta".

La joven, quien sobre su cuerpo y cabello llevaba aditamentos que en conjunto valen más de 50 mil pesos, recalcó que el diseño del estampado de flores de su traje es único y tiene sus orígenes en España, específicamente de la región de Granada.

"El diseño y el costo del traje también influye en el degradado que tenga el color de los hilos. Se cuentan en las flores del centro hacia afuera, este por ejemplo en una flor tiene 15 tonalidades y por eso su importancia porque muchos de estos tonos de hilos ya no se fabrican", señaló.

Elisa explicó que es tanto el amor y el cariño que muchas mujeres le tienen a sus trajes, que pueden llegar a ser enterradas con él, llevando consigo su cariño por sus tradiciones.

Aseveró que son las flores y el bordado de estas las que los últimos años van a distinguir a cada vestuario de la comunidad del istmo "por ejemplo en Tehuantepec utilizan mucho la flor más pequeña y muchos botones de flor".

Recalcó también que al usar un traje, las mujeres del istmo "sabemos que estamos portando una herencia de nuestros antepasados y nos debemos comportar y portarlo con orgullo y elegancia”.

“Ponerte el traje de gala no es decir me lo voy a poner y ya, no, lo usamos en ocasiones especiales además muchas veces son trajes que pasan de generación en generación y es un orgullo que te toque a ti usarlo", apuntó.

Sin quedarse atrás, las muxhes, hombres transgénero que se asumen como mujeres, portan con igual orgullo los trajes de "teca" en su vida diaria y por supuesto en su fiesta.

Este es el caso de Chica Baby, la muxhe que luce un hermoso conjunto de terciopelo azul con flores bordadas a mano. Su tocado compuesto de iguanas vivas, fue el protagonista durante la vela.

"Con este atuendo le rindo homenaje a la señora Sobeida, una mujer juchiteca que vendía iguanas en el mercado, porque estos animales son un símbolo para nosotros porque los saboreamos en platillos típicos", resaltó.

Sin lugar a dudas las raíces culturales de las mujeres y las muxhes del istmo de Tehuantepec están más latentes que nunca, en el poderoso símbolo que son sus trajes regionales, que más que simple ropa, son tradiciones y verdaderas obras de arte.

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