Se cumplen 30 años sin el periodista Miguel Otero

27 de Agosto de 2015
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México, 27 Ago (Notimex).- El escritor, periodista, ingeniero y político venezolano Miguel Otero Silva, a 30 años de su muerte, que se cumplen mañana, es considerado uno de los máximos exponentes de la literatura social en su país.

El miembro de la llamada "Generación del 28" fue capaz de atraer a los lectores a través de su ironía y su aparente buen humor, sobre todo en cuestiones referidas a la política.

De acuerdo con el portal “sociedadvenezolana.ning.com”, el destacado periodista nació el 26 de octubre de 1908 en Anzoátegui en Venezuela, en una familia humilde. Su padre fue Enrique Otero Vizcarrondo y su madre Mercedes Silva Pérez, quien murió cuando Miguel era muy pequeño.

Cursó estudios en el San José de Los Teques y en el Liceo Caracas, que dirigían Luis Ezpelosín (1855-1921) y Rómulo Gallegos (1884-1969), señala el sitio “biografiasyvidas.com”.

En 1924, con 15 años, Otero Silva había concluido sus estudios de bachillerato, su padre alentado por el talento matemático del hijo, lo obligó a que estudiara Ingeniería civil. Ese mismo año se inscribió para cursar dicha carera en la Universidad Central de Venezuela.

No obstante, no la concluyó y cambió los números por las letras al adentrarse al periodismo en el que inició bajo el seudónimo “Miotsis” escribiendo humorísticamente en las páginas del periódico “Fantoches” y la revista “Caricaturas”.

Durante los acontecimientos políticos de la Semana del Estudiante (febrero de 1928), Otero fue vinculado a la conspiración militar la generación del 28 por lo que fue acosado por la policía lo que lo obligó a huir al extranjero, donde prosiguió su actividad política.

En 1930, decidió darle a sus actividades políticas una estructura ideológica, por lo que se afilió al Partido Comunista Internacional.

Años después regresó a Venezuela y aprovechando la cierta libertad de prensa escribió humorísticamente “Sinfonías tontas” publicadas ahora con el seudónimo “Mickey”.

El régimen de Eleazar López Contreras (1883-1973) no le vio gracia al asunto, y de nuevo Otero tuvo que refugiarse fuera del país, esta vez en México, donde publicó su primer libro, el poemario “Agua y cauce”, y posteriormente en Estados Unidos, Cuba y Colombia.

En 1940 regresó a Venezuela y publicó su novela “Fiebre” y un año más tarde fundó, junto a Francisco José "Kotepa" Delgado (1907-1998) y el pintor y caricaturista Claudio Cedeño (1930-2009), “El Morrocoy Azul”, un semanario humorístico.

De acuerdo con el portal “venezuelatuya.com”, en 1943 su padre Enrique Otero viajó a Estados Unidos para adquirir una imprenta para el “Morrocoy Azul”.

En ese país, el autor aprovechó la oportunidad para fundar un diario “El Nacional”, cuyo primer jefe de redacción fue el propio Miguel Otero, y director el poeta Antonio Arraíz (1903-1962).

En 1949, se graduó de periodista en la Universidad Central de Venezuela y fungió como preside la Asociación Venezolana de Periodistas.

Tiempo después, en 1951, se separó del Partido Comunista de Venezuela, expresando que no estaba hecho para las disciplinas de partidos.

Una vez alejado de la práctica política, vivió a la creación literaria, la cual lo llevo a obtener el Premio Lenin de la Paz (1979), siendo el único venezolano que lo ha recibido en toda su historia.

En 1961 publicó “Oficina Número 1”, novela que relata el acontecer petrolero que se desarrolla en El Tigre, en Anzoátegui.

En la siguiente década, en 1970, editó la novela “Cuando quiero llorar no lloro”, que representa según los críticos una evolución dentro de su propia técnica, pues utiliza el lenguaje coloquial, trastoca leyes gramaticales, así como los tiempos del relato.

Además, en esos años reanudó su tendencia humorística al lanzar la versión de “Romeo y Julieta” de Shakespeare y “La Piedra que era Cristo”, el cual se convirtió en su ultimo libro, pues Miguel Otero murió el 28 de agosto de 1985.

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