El arte de mover el cuerpo se apoderó de Los Pastitos en Guanajuato

11 de Octubre de 2014
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Guanajuato, 11 Oct (Notimex).- La alborada de este sábado sorprendió a un grupo de jóvenes en Los Pastitos, luego de que la víspera fueran sorprendidos gratamente por el espectáculo “Mauré”, que Voalá Project presentó en el marco del Festival Internacional Cervantino (FIC).

El divertimento, que forma parte de la programación del apartado FIC Jóvenes de la 42° edición del festival, inició minutos después de las 22:00 horas y terminó rayando la media noche. Para los asistentes, esta propuesta binacional España-Argentina, fue una experiencia fuera de serie.

Hoy se repetirá la presentación, a la misma hora en el mismo lugar, y de acuerdo con los pronósticos de los organizadores, el público asistente podría superar al de anoche, dado que los impresionados muchachos de inmediato corrieron la voz a través del uso de las redes sociales existentes.

“Muaré”, del Voalá Project, tiene la bondad de la gratuidad, condición que granjeó a sus creadores y directores, Roberto Estrada y Gastón Iungman, una alta asistencia de público pocas veces vista por ellos en otras ciudades donde se han presentado. Además, el clima guanajuatense fue benévolo.

Indulgente, también, fue el tránsito vehicular y la seguridad ciudadana. Elementos de la policía de tránsito local y la gendarmería, presentes, dieron agilidad y confianza a todos los presentes, quienes, confiados, transitaron por calles, banquetas y pastito de la zona antes de iniciar todo aquello.

Creada por el argentino Roberto Strada, maestro de artes visuales, técnicas expresivas y teatro aéreo, junto a Gastón Iungman, compositor, intérprete y experimentador sonoro especializado en rock, música clásica y electrónica, Voalá Project coprodujo con Free Arts su “Muaré”.

Emanado del término francés moirée, un efecto visual que crea una franja de líneas en movimiento que en realidad no existen, en “Muaré” todo es superposición de hilos. Por ser una técnica todavía poco difundida en México, llamó poderosamente la atención de los espectadores.

La cantidad de hilos musicales a cargo de la banda argentina Duchamp Pilot, así como las líneas coreográficas, las visuales a través de vestuarios y diseños, y las líneas de luz en la iluminación y las proyecciones, provocan ilusiones que engañan a la vista y conquista al resto de los sentidos.

Un testimonio que alzó la voz para dejar ver su satisfacción señaló que “vemos líneas en cascadas purpurinas y en cuerdas que sostienen a los bailarines, escaladores, actores y acróbatas, quienes prefieren colocar sus piernas en el aire y ocupar, como reza su lema, el cielo como escenario”.

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