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Hacia un nuevo 25 de noviembre y ¡HARTAS!

25 de Noviembre de 2021
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Sólo faltan unos días para conmemorar, de nuevo, el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de las violencias hacia las mujeres. Y de nuevo, hemos de manifestar que estamos HARTAS de tantas violencias como se ejercen contra nosotras.

HARTAS de que nos asesinen por ser mujeres. En lo que llevamos del año han sido asesinadas, según la web feminicidio.net, 69 mujeres y niñas hasta el 7 de noviembre pasado. Mujeres asesinadas por feminicidio íntimo o no, por el hecho de ser mujeres. Y después nos intentan vender que el hecho de ser mujer es sólo un sentimiento.

Lo será para las chupiguays, pero no para las más de mil cien mujeres (mil 118 a fecha de hoy) asesinadas por ser mujeres desde que se comenzaron a contar este tipo de asesinatos (que no muertes) en 2003.

HARTAS por no comprender que más de mil cien mujeres que quedaron sin voz y sin vida por haber nacido mujeres y haberse tropezado en sus vidas con asesinos malnacidos que las creyeron de su propiedad y, por ello, con el derecho de asesinarlas.

HARTAS por saber que cada cuatro minutos se viola en el Estado Español a una mujer según el propio Ministerio del Interior y que se sigue sin implementar la educación afectivo sexual en las aulas y en los curriculums de los centros educativos, incluso de infantil.

HARTAS de que la pornografía en abierto sea la escuela en donde nuestra juventud se está educando sin que los Ministerios afectados (consumo, educación, igualdad, derechos sociales, etcétera) intervengan y prohíban ese tipo de publicaciones en abierto. Publicaciones a las que acceden nuestros jóvenes, cada vez más jóvenes y copian toda la violencia que se ejerce contra las mujeres en sus primeras relaciones. Y ellas sin alternativa por, precisamente, falta de referentes por falta de educación afectivo sexual y emocional.

HARTAS de comprobar cómo las violaciones en grupo van aumentando sin que se tomen medidas para frenarlas y que, además, las sentencias patriarcales sean relativamente livianas respecto del dolor causado a las víctimas.

HARTAS de no poder ir a tomar una copa con tranquilidad por temor a ser drogadas con el fin de ser violadas posteriormente por sumisión química y que, además, los propietarios de algunos locales sean cómplices.

HARTAS de saber que sólo en el Estado Español entre 300 mil y 500 mil mujeres son prostituidas cada día y son la materia prima para que los proxenetas tengan muchos beneficios.

HARTAS de saber que estas mujeres, en su inmensa mayoría, carecen de futuro, puesto que les han arrebatado tanto su autoestima como su dignidad y, cuando ya “no sirven” en términos mercantiles son abandonadas a su suerte sin ninguna alternativa.

HARTAS de comprobar como no se implementan medidas para la prevención de estas y otras violencias por parte de las administraciones, principalmente de los Ministerios implicados, mientras los esfuerzos y los recursos existentes se derivan a otro tipo de políticas neoliberales e insolidarias que pretenden acabar con la categoría mujer para pasar a ser género no binario, por ejemplo y dependiendo del día, olvidando así, que las mujeres somos sujeto político específico con necesidades específicas, precisamente por ser mujeres y no otra cosa.

HARTAS de comprobar cómo incluso se hace negocio con las campañas del Black Friday con la compraventa de niñas y niños por vientres de alquiler y no se actúa legalmente.

HARTAS de comprobar el continuo cuestionamiento del feminismo radical (de raíz) por parte de quienes pretenden aniquilarlo desde las máximas instituciones, puesto que llamamos a las cosas por su nombre e incluso nos manifestamos para dar a conocer que la agenda feminista no está presente en las actuales decisiones del Gobierno del Estado (y por lo visto, ni se la espera), siendo tildadas de transfobas, transodiadoras, por parte de algunos altos dirigentes institucionales.

HARTAS de ser vendidas al capital por quien dice defender nuestros derechos, cuando en realidad, los están negando y rindiéndose a los intereses de multinacionales médicas y farmacéuticas, sin atender en absoluto a lo que ocurre en países más adelantados y que ya están comprobando cómo, lo de las transiciones, puede ser un grave riesgo para la salud de esas personas.

En definitiva, nos acercamos a un 25N, no sólo HARTAS, sino mas bien MUY HARTAS de ver cuestionados nuestros derechospor quien debería estar protegiéndolos. MUY HARTAS de ver cómo nos violan y asesinan sin que apenas pase nada, salvo las reacciones feministas que, además son tildadas de exageradas, como mínimo.

Pero si algo tengo claro, es que no nos van ni a callar, ni a parar en nuestra reivindicación de incluir la agenda feminista en las políticas transversales que se vayan diseñando por parte de los diferentes Gobiernos. O se incluyen o nos tendrán enfrente y unidas.

Estamos HARTAS, pero somos COHERENTES con nuestro discurso. Y ahí vamos a seguir.

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