Amenazas y difusión de información personal, violencia digital más frecuente: Luchadoras

19 de Noviembre de 2021
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Ciudad de México.- Las plataformas de internet deben mejorar sus respuestas y políticas de uso, además de brindar a todas las mujeres información, herramientas y alternativas para atender la violencia que experimentan en el ámbito digital, señaló el colectivo feminista “Luchadoras”.

La colectiva feminista, Luchadoras, presentó este 17 de noviembre su informe “Frente al amor tóxico virtual. Un año de la Línea de Apoyo contra la violencia digital”, cuyo fin es contribuir a que las mujeres identifiquen la violencia digital y busquen ayuda para salir de esos espacios. 

Durante la presentación virtual, las integrantes de Luchadoras explicaron que este informe presenta los hallazgos tras un año de implementar una Línea de Apoyo para mujeres que viven violencia digital. De acuerdo con la colectiva, las agresiones en el espacio virtual tienen sus bases en la violencia de género y tienen impactos profundos en la vida de las víctimas, desde limitar su desarrollo en su escuela o trabajo, hasta orillarlas al suicidio. 

Para las defensoras Alicia Reynoso y Mariel Dominguez, ambas de Luchadoras, la violencia en línea tiene como fin la vigilancia, el control, la coerción o la manipulación para así hacer daño. En particular, señalaron, este tipo de agresiones contra mujeres se dirigen a ejercer una violencia sexual digital, esto incrementa las desigualdades de poder y genera nuevos riesgos. “Lo que es virtual es tan real como cualquier otra forma de violencia”, expresó Mariel Domínguez. 

Reynoso y Domínguez dijeron que la “Línea de Apoyo” inició sus actividades en 2020, a través de seis canales: valoración del caso y sus necesidades; orientación o información sobre posibles rutas de actuación; acompañamiento de emergencia y contención emocional; acompañamiento en el reporte de contenidos en redes sociales; vinculación o canalización con organizaciones o instancias públicas; y escalamiento de casos específicos con plataformas de redes sociales a fin de dar un servicio personal y cálido a las víctimas. 

De enero a diciembre de 2020, señalaron, recibieron 470 solicitudes de apoyo por violencia digital, de las cuales 424 fueron de mujeres, la mayoría de ellas jóvenes y algunas de más de 40 años de edad. Del total de casos, 85 por ciento ocurrieron en México y el resto en países como Argentina, Colombia, España, Estados Unidos, Venezuela, Ecuador y Chile. De acuerdo con Luchadoras, las víctimas no suelen buscar ayuda, por lo que existe una subregistro sobre esta problemática. 

Reynoso y Domínguez precisaron que las 424 solicitudes de apoyo que recibieron por parte de mujeres, 30 por ciento fueron por amenazas, 29 por ciento por difusión de información personal o íntima, 12 por ciento por acoso, 7 por ciento por acceso o control no autorizado, 6 por ciento por extorsión, 4 por ciento por control y manipulación de la información, 3 por ciento por suplantación y robo de identidad, 2 por ciento por expresiones discriminatorias, 2 por ciento por desprestigio, y uno por ciento por monitoreo y acecho. 

Estas agresiones, añadieron, son prueba del recrudecimiento de la violencia de género contra las mujeres durante el confinamiento por la Covid-19. En este contexto y ante la ausencia de asesoría en las instituciones de justicia, las víctimas optaron por cerrar sus perfiles en las plataformas como estrategia de protección. Por esto, 31 por ciento de las solicitudes recibidas a la línea de ayuda fueron requeridas por una amiga de la víctima, 17 por ciento por un familiar, 14 por ciento por alguien conocido, y 6 por ciento por un novio o novia.

Las expertas en derechos de las mujeres señalaron que 50 por ciento de los agresores usaban apodos, perfiles falsos o el anonimato, 32.7 por ciento fueron las exparejas, 36.4 por ciento fueron personas conocidas e identificadas por la víctima, 13.6 por ciento fue alguien desconocido y 4 por ciento fueron compañeros de trabajo o de estudios. 

“Esto quiere decir que una de las consecuencias inmediatas de la violencia digital es que aumenta directamente la brecha de acceso y participación de las mujeres en las tecnologías, por lo tanto las redes de confianza representan una oportunidad de ayuda”, agregó Mariel Domínguez. 

Con la llegada de la pandemia en todo el mundo, dijo Luchadoras, la comunicación, los encuentros personales, familiares y sociales, el trabajo y otras situaciones se trasladaron al espacio digital, lo que permitió que la violencia en este ámbito creciera, en específico la violencia sexual contra mujeres ejercida por hombres durante videollamadas, por quienes tomaron el control de la función video para mostrar contenido pornográfico no solicitado o para llevar acabo escenas sexuales en vivo como masturbación. 

De acuerdo con datos del informe, 65 por ciento de la violencia ocurre en Facebook, 13.2 por ciento en Whatsapp, 9.28 por ciento en Instagram, 6 por ciento en Twitter, 2.5 por ciento en correo electrónico, 7 por ciento en Telegram, 2.8 por ciento en sitios pornográficos, y 3 por ciento en Apps de citas. En estas plataformas se concentran las amenazas de difusión de contenido íntimo, intervención de comunicación para la obtención de contenido y suplantación de identidad o perfiles falsos. 

En opinión de ambas defensoras, este panorama evidencia la falta respuesta pronta y alternativas por parte de las instituciones de justicia y de las plataformas para hacerle frente a la violencia digital, pues la tecnología no brinda todas las respuestas y la atención automatizada no es precisa. Ejemplo de ello es que en 2020 registraron múltiples complicaciones, desde recibir solicitudes en idiomas extranjeros, errores en los enlaces de reporte, variaciones de los procedimientos, entre otros. 

A fin de resolver estos obstáculos, dijeron, es necesario que las plataformas de internet mejoren sus respuestas y políticas de uso, además, se brinde a todas las mujeres información, herramientas y alternativas para atender la violencia digital que puede afectarles, pues las situaciones en lo digital pueden escalar a la vida personal. 

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