El PAMI también busca conmemorar los 500 años de la caída de Tenochtitlán en 1521, así como los 200 años de la consumación de la independencia en 1821, como eventos relevantes para el desarrollo y evolución de los pueblos originarios.
Cristina Quintanar Miranda, coordinadora de Identidad e Interculturalidad de la UAQ, explicó que la historia de México se ha contado desde la perspectiva de un solo sector de la población, legitimando procesos colonizadores que siguen presentes.
‘Los procesos colonizadores empezaron hace 500 años precisamente y hace 200 años no terminaron, sino que de algún modo continúan vigentes… este es un espacio para reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la sociedad mexicana’, asentó.
Dicho programa buscará reunir y divulgar actividades culturales que den visibilidad a la perspectiva social de los pueblos originarios, así como a las y los jóvenes que se identifiquen como portadores de estas culturas dentro de su origen genealógico.
Gabino Tepetate, docente e investigador de la UAQ, hablante del náhuatl, expresó la necesidad de preservar las lenguas originarias como principal acción para proteger las culturas de los distintos pueblos que existen en México, particularmente las que son originarias de Querétaro.
Por su parte, José Miguel Rea, alumno representante de la comunidad otomí, recordó que los portadores de culturas originarias tienen una responsabilidad de mantener vivas tradiciones, costumbres y signos identitarios de un pueblo que merece y exige respeto con el paso de las generaciones.
‘Nuestra cultura es nuestra mejor carta de representación, lo que nos distingue y lo que nos ayuda a entender… debemos mantenerla con respeto y con orgullo hasta que nos sea posible o hasta el fin de nuestros días’, recalcó.
Toda esta semana, hasta el viernes 13 de agosto, tanto la UAQ como el INAH realizarán actividades que podrán seguirse por sus páginas oficiales de Facebook para evitar aglomeraciones y respetar las medidas sanitarias.