Las restricciones por regiones en Italia evitaron 25.000 ingresos en un mes

02 de Agosto de 2021
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Roma, 2 ago (EFE).- Las restricciones contra la COVID-19 por regiones en Italia, una clasificación establecida a principios del pasado noviembre, evitaron 25.000 hospitalizaciones en un mes, según cálculos ofrecidos hoy por el Instituto Superior de Sanidad (ISS) italiano.

El ente ilustra en un artículo publicado en la revista "Nature Communications" el sistema italiano de regiones "por colores", blanco, amarillo, naranja o rojo, en función de los datos epidemiológicos, impulsado para evitar un confinamiento general.

Esta medida, introducida el 3 de noviembre de 2020, previno en las tres semanas desde su primera aplicación unos 25.000 ingresos, más de la mitad de los 44.000 que se produjeron en el país.

La reducción de las hospitalizaciones fue "aún mayor" a largo plazo debido a "la reducción de la incidencia" de contagios que causaron las medidas, que lograron frenar al virus.

Los datos del ISS señalan que en las regiones en "amarillas", con limitaciones leves, la transmisión del virus se redujo entre un 13 y un 19 %; en las "zonas naranjas", de riesgo intermedio, bajó entre un 27 y un 38 % y en la "zona roja", con confinamiento domiciliario, entre un 36 y un 45 %.

La introducción de las restricciones por "zonas" puso la pandemia "bajo control" en 85 provincias de las 107 de Italia en las primeras semanas de su aplicación, indicó el ISS.

El estudio revela que la "zona roja" no redujo tanto la vida social como el confinamiento de la primavera de 2020, ya que los italianos pasaron 20,3 horas diarias de media en casa en ese momento, mientras que en la "zona roja" permanecieron 18,7 horas.

El estudio del ISS ha sido elaborado en colaboración con la Fondazione Bruno Kessler y el Instituto Nacional para la Prevención Laboral (INAIL).

En estos momentos las veinte regiones italianas están catalogadas como "zonas blancas", en las que no rige ninguna limitación, únicamente el uso de la mascarilla en interiores.

No obstante, ante el aumento de los contagios de esta nueva ola, el Gobierno obliga a mostrar el certificado sanitario -que demuestra una dosis de la vacuna, una prueba negativa o que se ha pasado la enfermedad- para consumir dentro de bares y restaurantes o para entrar en cines, teatros o grandes eventos como conciertos.

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