Eduardo Vera Alcocer, subdelegado estatal de la Cruz Roja en Querétaro, precisó que la Cruz Roja nació un 24 de junio de 1859 en la región de Solferino, Italia, motivo por el cual se estableció a esta fecha como la indicada para reconocer a todas y todos los rescatistas del mundo sin importar su organización.
‘Los socorristas, rescatistas y paramédicos son el vínculo más importante de atención después de un desastre o cuando se trata de una emergencia, son los primeros en llegar al lugar de la emergencia para llevar a la gente fuera de la zona de riesgo… son personas que arriesgan su vida para asegurar las de otras’, afirmó.
El subdelegado reconoció que, tras el paso de la pandemia por COVID-19, las demandas de atención por emergencia se han multiplicado, no sólo por cuestiones de salud, sino porque en 2020 más de 30 mil personas en Querétaro fueron reportadas bajo situaciones de vulnerabilidad (económica, salud mental o física).
Jessica Herrera Ruelas, elemento de operativos COVID-19 en Querétaro, recordó su participación en el programa ‘Llamadas de aliento’, en el que distintos voluntarios de la Cruz Roja ingresaron a las áreas de atención en los hospitales para organizar videollamadas entre los pacientes y sus familiares.
‘Se nos capacitó y se nos preparó para dar un aliento a todas las personas que padecieron el mal causado por el COVID-19… debíamos tener la cabeza fría para no quebrarnos pues las llamadas tenían que ser breves’, recordó.
Finalmente, Edgar Martínez Olguín, entrenador de los elementos caninos de rescate Athos y Tango, encabezó un minuto de silencio a estos perros rescatistas que participaron en servicios de búsqueda y rescate, como el sismo del 2017 en la Ciudad de México y en la erupción del Volcán de Fuego del 2018 en Guatemala.