Ignora López Obrador a víctimas de feminicidio y de violencia en conferencia por 8 de marzo

08 de Marzo de 2021
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mexicofeminicida
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Ciudad de México. Amurallado desde el Palacio Nacional, en el centro de la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel Obrador afirmó que aunque se ha manipulado al movimiento feminista y haya quien esté en contra de su gobierno, él está a favor de la igualdad de las mujeres, “a favor de que se garanticen sus derechos, de todas las mujeres de México”.

Acompañado de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, de la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman Zylbermann, y de la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís, el presidente presumió a sus diez secretarias de Estado y que la mitad de las personas beneficiadas de los Programas de Bienestar son mujeres.

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y a casi un año de que el gobierno mexicano pidiera a la ciudadanía permanecer en casa para prevenir la propagación del virus de COVID-19, López Obrador evitó mencionar las demandas de las mujeres, temas que dejó para las funcionarias presentes. Él, por su lado, prefirió centrarse en algo que ha repetido: la manipulación del feminismo.

“Somos distintos a los conservadores, que ahora se disfrazan de feministas y se molestan porque se puso una valla para evitar la violencia, para que no haya actos de violencia y no queremos que se lastime, se dañe a nadie, no queremos heridos, no queremos que nadie se afecte, tenemos que cuidar a las mujeres”, expresó el mandatario.

Si hace un año, en marzo de 2020, cientos de mujeres abarrotaron las calles del centro histórico de la capital, llenándolo de banderas moradas y diamantina rosa, para dejar claro que tienen derecho a una vida libre de violencia, este lunes el zócalo capitalino, aquel espacio protagonista de históricas protestas políticas y sociales, está cercado por vallas y policías.

Aunque el presidente que llegó al poder con más votos en la historia, acusa de conservadores a los gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), en aquellos sexenios las mujeres organizadas lograron entablar un diálogo para empujar políticas públicas a favor de la igualdad.

A contracorriente, el feminismo consiguió hacerse escuchar por los equipos de los presidentes panistas, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, para que se crearan instituciones como el Instituto Nacional de las Mujeres (en 2001), la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (2009) y la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (2008).

No sólo eso, pelearon por espacios de poder y empujaron la creación de leyes para garantizar una vida libre de violencia.  Además, en 2004 el entonces presidente Vicente Fox reculó a sus declaraciones donde negó negligencia en las investigaciones de asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua y se reunió con las madres de víctimas de feminicidio.

Ahora, el gobierno de izquierda que busca un cambio profundo en el país, como dijo López Obrador esta mañana, no ha escuchado a las víctimas. Apenas este viernes 5 de marzo, Adriana Gómez Martínez y Maricruz Velázco Nájera, madres de víctimas de feminicidio se plantaron a las 6 de la mañana afuera de Palacio Nacional para pedir audiencia con López Obrador.

Cargando mantas con las fotografías de sus hijas: Jade Guadalupe Yuing Gómez, una niña de 13 años de edad que murió el 14 de enero de 2020, supuestamente porque se suicidó; y Karla Yesenia Gómez Velázco, una joven estudiante de Derecho que fue asesinada el 4 de julio de 2018.

Las madres de ambas mujeres viajaron durante cuatro días desde Chiapas, donde radican, hasta la Ciudad de México para exponer sus casos, pero no ante la Secretaría de Gobernación, ni  ante el Inmujeres o la Conavim, sino frente el presidente López Obrador. Ellas ni siquiera pudieron acercarse a la puerta por donde se ingresa al recinto. Desde aquella mañana, la fachada lucía resguardada por grandes paredes de metal.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

“Tenemos que cuidar, incluso a quienes vienen a protestar de manera violenta, porque imagínense que un petardo, una bomba molotov le estalle a quien la utilice. No queremos eso, nosotros amamos la vida, queremos la paz. Y hay muchas maneras de protestar en forma pacífica, incluso de alzar la voz y hasta de insultar, pero no tirar bombas, no usar martillos, no incendiar, porque eso es lo que quisieran los conservadores”, argumentó esta mañana López Obrador.

El presidente aseguró que antes no había protestas de este tipo, aunque cada año contingentes salen a marchar cada 8 de marzo, antes con más contingentes de partidos y sindicatos. Desde abril de 2016 las manifestaciones por casos de feminicidio y en fechas conmemorativas como el 8 de marzo y el 25 de noviembre han sido cada vez más multitudinarias y enmarcadas por las voces de jóvenes que exigen respeto a sus derechos.

Así, concentrado en defender su gobierno de los medios de comunicación y de los partidos de la oposición, y después de escuchar los balances y pendientes de la Secretaría de Gobernación, el Inmujeres y  la Conavim, López Obrador presentó el video de marzo de 2020, donde una persona aventó una bomba molotov en la puerta de Palacio Nacional.

El mandatario de izquierda defendió las vallas. “Lo que quisiera la derecha, el conservadurismo, es que se cayera en una provocación, se cayera en la trampa de la violencia para decir: ‘Ya ven, gobierno represor, ahí está gobierno represor, son iguales’. No, no somos iguales. El conservadurismo es sinónimo de autoritarismo, que no se olvide. El autoritarismo se alimenta del pensamiento de Hitler, del pensamiento también de Stalin, del pensamiento de Franco, del pensamiento de Pinochet. Eso es el autoritarismo”.

Lo que no se proyectó en la conferencia fue la expresión artística de este sábado y domingo, cuando mujeres y niñas llegaron con pintura en mano para intervenir la muralla erigida alrededor del centro de poder, en Palacio Nacional. En aquel cerco de metal oscuro se escribió con letras blancas: “Víctimas de feminicidio”, y la larga valla no alcanzó para enlistar los nombres de todas las mujeres asesinadas, 12 cada día de acuerdo con las estadísticas.

Este domingo, esas paredes resignificadas de forma pacífica fueron adornadas con flores rosas y moradas en memoria de las víctimas. En la noche las mujeres proyectaron sobre la pared de Palacio Nacional las leyendas “México feminicida”, “Aborto legal ya”, “Un violador no será gobernador”, tres de las demandas presentes desde el año pasado.

La critica más reciente a López Obrador ha sido sostenida por feministas de la colectiva nacional “Ni un agresor en el poder” y la red “Nosotras tenemos otros datos” que señalan al presidente por apoyar la candidatura a la gubernatura de Guerrero de Félix Salgado Macedonio, acusado penalmente de dos casos de violación sexual.
Imagen retomada de Facebook

Sin nombrar esta realidad, la de las familias de las víctimas, de las mujeres que acuden a Refugios para salvar sus vidas y la de sus hijos porque los ministerios públicos no las atienden, la de las jóvenes que piden ejerce sus derechos, como a elegir una maternidad o no, López Obrador remató: “quieren descarrilar nuestro movimiento, pero no nos vamos a dejar porque consideramos que estamos luchando por algo justo y necesario, no sólo para nosotros, para todo el pueblo, hasta para el encapuchado o la encapuchada que tiró la bomba esta, para todos, queremos una sociedad mejor para todos, incluyente, una sociedad donde no haya desigualdades, esta monstruosa desigualdad que padecemos”.

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