Exigen procuración de justicia mujeres de Ixtapaluca

08 de Marzo de 2021
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Ciudad de México.- Ixtapaluca “da la cara por la igualdad”, decían consignas plasmadas en decenas de mantas moradas que el gobierno municipal mandó a colgar de los puentes para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Un día previo a la efeméride, las letras de esas mantas se quemaron en las puertas del Palacio de Gobierno, donde un grupo de madres de víctimas de feminicidio, feminicidio infantil, sobrevivientes de ataques con ácido y violación, así como vecinas del lugar, exigieron que se les procurara justicia.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

En víspera de conmemorarse este 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, habitantes de Ixtapaluca, en el oriente del Estado de México, protestaron durante tres horas por las avenidas principales del municipio, hasta el Palacio de Gobierno. Además de decenas de jóvenes y madres convocadas por la colectiva “Libertad Morada Ixtapaluca”, en esta marcha participaron muchas niñas y adolescentes, a quienes la violencia feminicida les arrebató a su compañera de la escuela, a una vecina o a sus madres.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

El grupo de manifestantes empezó su recorrido con un ritual y luego un mitin afuera de la Fiscalía General de Justicia de Ixtapaluca, donde un grupo de funcionarios grababa desde el interior del recinto cerrado.

“No hicieron nada. Dos meses estuvo con ustedes la carpeta de investigación de mi hija y no hicieron nada. Que todo el mundo se entere. Fueron a hacer el levantamiento de pruebas cinco días después de que a mi hija me la mataron, pero ¿qué creen?, que así le pongan el pie a una madre, así le pongan una pinche barda, la misma que va a brincar por hacerle justicia a su hija (…) los asesinos de mi hija están coludidos con ustedes, por eso no hicieron ni madres”, gritó a las puertas del centro de justicia Teresa Guadalupe Calvo Almonte, madre de Alejandra Calvo Almonte.

Alejandra, de 20 años de edad, durmió a su bebe y salió a casa de una amiga. En la tarde, envió un mensaje de audio a su mamá para decirle que ya iba de regreso, 10 minutos después llamaron a Teresa para avisar que la habían matado. Dos personas a bordo de una motoneta interceptaron a la joven, el copiloto sacó una pistola y le disparó en la cabeza. Todo apunta a que fue la pareja sentimental de Alejandra, a quien le sobrevive una niña de dos años que tiene una discapacidad.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

“En el 2014 me quemaron con ácido y sólo clasificaron mis lesiones como lesiones pequeñas, que no ponían en peligro mi vida. Estas lesiones siguen en mi cuerpo permanentes y hasta el día de hoy mi agresor sigue libre”, gritó frente a la Fiscalía Carmen Sánchez Flores, sobreviviente de un ataque con ácido propinado por su expareja Efren García Ramírez, aún prófugo.

Carmen se cubre el rostro con un paliacate morado. El 20 de febrero de 2014 fue atacada con un litro de ácido por su expareja, quien ya había intentado matarla anteriormente al picarla en el estómago con un pica hielo. La orden de aprehensión contra el agresor se giró hace siete años pero hasta ahora no lo han detenido; en enero de 2021, Carmen se enteró que su carpeta de investigación se quedó sin Ministerio Público por la pandemia. La agresión llevó a Carmen a estar 8 meses en el hospital, ha tenido que enfrentar cerca de 60 operaciones y, con pocas oportunidades de empleo por discriminación a su aspecto físico, se hace cargo de sus dos hijas menores de edad.

Las manifestantes, que al inicio no eran más de cien, siguieron avanzando por las avenidas centrales de Ixtapaluca. Durante todo el camino hubo mucha respuesta ciudadana de todo tipo. Sin importarles las consignas, varios automovilistas, conductores de combis y motos  gritaron a las mujeres expresiones como “pinche escandalosas” e intentaron pasar entre el contingente.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

Aunque una patrulla resguardó la protesta, ningún policía hizo nada para evitar que los automovilistas pasaran, fueron las propias manifestantes quienes los frenaron. Pero no todas las respuestas fueron negativas. En muchos casos, los automovilistas también sonaron claxons a modo de apoyo. Algunas personas inclusos se asomaron por las puertas de su casa o en los comercios y levantaron su mano para expresar a las mujeres su respaldo.

Ixtapaluca es una de los siete municipios del Edomex en los que hay dos Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres; la primera, en 2015, por feminicidio y la segunda, en 2019, por desaparición de niñas. Durante 2020, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública contabilizó sólo tres casos de feminicidio.

“Las víctimas de feminicidio no son sólo cifras”, aseguran las madres. Tras una caminata de casi una hora, las mujeres se pararon en el Centro de Mando y Comunicación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Ahí, Karen Reyes, mamá de Renata Martinely Luna Reyes, una niña de 13 años que el pasado 29 de noviembre de 2020 fue asesinada con signos de violencia sexual y tortura en su propia cama, les gritó: “Yo temo por mi vida, temo por la vida de todas las personas allegadas a mi hija. Espero que podamos tener una respuesta en la detención del feminicida porque el día de mañana puede ser otra. Lo único que pido es que brinden la protección que habían prometido”.

El 29 de noviembre, Karen regresó de trabajar y encontró el cuerpo de la niña en su cama, tenía la cabeza envuelta con cinta. Cinco meses antes del feminicidio, la mujer había presentado una denuncia ante una Agencia Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de Género (Ampevis) de Ixtapaluca porque su expareja quiso grabar en el baño a la niña. Se entregó el video como prueba, mandaron a citar a la niña pero jamás mandaron a llamar al agresor.

El asesinato de Renata impactó la vida de decenas de niñas que convivían con ella. “Al principio no entendíamos qué había pasado pero ya luego nos enteramos por Facebook de todo. Ahora pensamos que pudimos haber sido cualquiera de nosotras” dijo Laura, de 13 años de edad, que estudiaba con ella la primaria y que se unió a la marcha de las mujeres junto con su hermana y su mamá.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

“Va por ti Norma, va por ti Lourdes, va por ti Martita”, decían las mujeres en cada paso. En el camino, un grupo de jóvenes vestidas de negro cuidaban la marcha al mismo tiempo que pegaban en las bardas pequeños mensajes feministas. Ese mismo grupo se encargó de colgar en un puente, a lado de la manta gubernamental morada, una modesta lona que decía:  “Vivas nos queremos”.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

Al llegar al Instituto para la Protección de los Derechos de las Mujeres, estas jóvenes subieron uno de los puentes y, acompañadas de aplausos y al grito de “ellas sí me representan”, descolgaron una de las mantas largas que puso el gobierno de Ixtapaluca para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres.

“Es una simulación del Ayuntamiento que, por ejemplo, en el caso de Renata, ocurrido durante la gestión de la actual alcaldesa Marisela Serrano, quien no le ha dado una respuesta a la familia. Reivindicar que el 8M no es una fecha de celebración, al contrario, por eso salimos a manifestarnos”, dijo una joven feminista que se unió a la marcha por la convocatoria que circularon en las redes sociales.

La marcha, que para entonces ya estaba integrada por casi 200 mujeres, principalmente niñas que eran compañeras, vecinas y primas de Renata, llegó a la cabecera municipal. Ahí las mamás, víctimas y las defensoras que las acompañan leyeron un pronunciamiento en el que aseguraron que en 2020 se recrudeció la violencia contra las mujeres y se evidenció lo que habían denunciado antes: ineficacia de las autoridades de procuración de justicia, nula aplicación de perspectiva de género en investigación de feminicidio, y la falta de medidas de seguridad y protección, además de la criminalización a la legítima protesta.

Dos jóvenes tomaron el micrófono y revelaron que habían sido violadas a los siete años y que nadie hizo nada. Sus agresores no sólo siguen impunes sino que, en el caso de una, es su vecino de enfrente y, en el caso de la otra, es su primo y vive con él. Tras romper en llanto, un grupo de mujeres corrió a abrazarlas.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

Mientras las madres continuaban sus consignas y pronunciamientos, una mujer de 50 años de edad, acompañada de una niña de seis, se hizo paso entre el contingente. De manera tímida, ambas se acercaron a donde estaban las otras madres y exhibieron dos mantas con fotografías de una joven: “Justicia para María de Lourdes Sánchez. 25 años. Víctima de feminicidio 07/02/2019. Te amamos paloma negra” decían las mantas.

“El policía me pidió dinero para que investigaran el caso y no no tengo, por eso no pudo avanzar el caso (…) Mientras, los apoyos para sus hijos sigue retenido (…) Me dieron una despensita y creían que con eso ya. Lo que queremos justicia”, relató Liliana Martínez Sánchez, tras animarse a hablar en público

Con información de otra persona, Liliana encontró el cuerpo de su hija, María de Lourdes Martínez Sánchez, en el canal de aguas sucias de San Isidro. Ella desapareció el 5 de febrero de 2019, cuando salió de trabajar. La encontraron el 7 de febrero. Hay un video en el que se observa cómo sube al auto de un sujeto que podría ser su esposo. Liliana, madre de Lourdes,  quedó a cargo de los cuatro hijos de Lourdes, la niña que la acompañaba era una y el resto de los niños se quedaron a cargo de la hija mayor, de 11 años. Para poder seguir pidiendo justicia, Liliana vende pulque, ropa usada y chácharas. Tiene diabetes, es artrítica y ya perdió 70 por ciento de la vista.

Luego de escuchar estos testimonios, las mujeres prendieron fuego a las mantas gubernamentales que quitaron de los puentes. Con “Ixtapaluca da la cara” vuelto cenizas en las puertas del Palacio de Gobierno, las madres gritaron: “venimos aquí a pedirte ayuda y sólo me mandaste despensas porque pensaste que era una más de tus antorchistas pero no lo soy, soy una mujer que lucha por los derechos de sus hijas, por los derechos de las niñas, por mis derechos, que es mi derecho a exigir justicia”.
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa

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