Siete décadas después, el yaguareté vuelve al Parque Iberá de Argentina

20 de Enero de 2021
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Buenos Aires, 20 ene (EFE).- Karai y Porã apenas tienen cuatro meses de vida, pero ya han hecho historia en Argentina: junto con su mamá, Mariua, estos cachorros de yaguaretés son los primeros individuos de su especie en recorrer con total libertad el Parque Iberá, en la norteña provincia de Corrientes, siete décadas después de que este felino desapareciese de sus bosques.

Esta hazaña no es fruto de la casualidad, sino que se debe a los trabajos de reintroducción de fauna que la Fundación Rewilding realiza desde hace más de diez años en Iberá, siempre en colaboración con el Gobierno provincial y nacional.

Aunque uno de los factores decisivos en el retorno del yaguareté fue el entusiasmo genuino de la población local, que ha festejado "como propio" la vuelta del animal a su tierra, según Marisí López, coordinadora del proyecto Iberá de la Fundación Rewilding.

"En Corrientes hay una identificación muy fuerte del correntino con el yaguareté, por su forma de ser, por sus características, por la cultura... Los correntinos están felices de tenerlo en casa, como un pariente lejano que se había ido y ahora volvió", asegura López a Efe en una conversación telefónica.

SETENTA AÑOS SIN EL YAGUARETÉ EN CORRIENTES
Conocido por ser el mayor carnívoro de Suramérica, el yaguareté sufrió un imparable retroceso de su población en los últimos dos siglos, hasta el punto de que en Argentina ha perdido más del 95 % de su área de distribución y hoy apenas quedan entre 200 y 300 individuos.

En el caso de Corrientes, este felino dejó de poblar sus bosques hace unos 70 años y ahora por fin comenzará a retornar poco a poco, con Mariua, Karai y Porã campando ya a sus anchas por los humedales correntinos.

Con todo, la puesta en libertad de estos ejemplares desde los corrales del Centro de Reintroducción de Yaguareté apenas supone un "primer paso" en un proceso que durará muchos más años, durante los que habrá que traer otros animales "para tener una buena mezcla genética, que puedan cruzarse y tener una buena población que sea autosustentable".

"Hay solamente tres yaguaretés libres, que es una madre con dos cachorros, y no podemos pretender que haya una población solamente con estos tres", aclara López, quien con el resto de su equipo continuará monitoreando los movimientos de los tres yaguaretés para estudiar su comportamiento.

EL HOMBRE, LA MAYOR Y "ÚNICA" AMENAZA PARA EL YAGUARETÉ
La llegada de un depredador tope como el yaguareté siempre es una buena noticia para un ecosistema, puesto que juega un rol "fundamental" en el control de las poblaciones de herbívoros y en el "equilibrio natural" del entorno en donde vive.

De hecho, en Iberá este trío de felinos gozará de un enorme hábitat con "comida suficiente de presas naturales", como son los carpinchos o los yacarés, pero sobre ellos pesará la misma amenaza de antaño: el hombre.

"El hombre sigue siendo una amenaza. El yaguareté se puede dispersar, salir de la zona de parque protegido y encontrarse con alguna amenaza, alguien que le pegue un tiro. Hoy por hoy, creo que sería la única amenaza, porque hábitat y territorio tienen", advierte López.

En cualquier caso, esos tres yaguaretés contarán con unos aliados formidables entre las gentes de Iberá, que con la vuelta de esta especie clave podrá disfrutar de un "ecosistema completo, saludable y vibrante".

"Las comunidades locales, cuanto más cuiden todas esas especies y el paisaje, más beneficios económicos pueden llegar a tener a partir de ese turismo de naturaleza y más turistas van a querer venir, porque saben que quedan pocos sitios en el planeta donde encontrarse yaguaretés silvestres", presagia la responsable del proyecto Iberá.

Por el momento, Mariua, Karai y Porã son los primeros de su especie en plasmar sus huellas sobre el suelo de Iberá tras setenta años de ausencia. Si todo marcha según lo esperado, no serán los últimos.