La pandemia aleja el "sueño" de comer sano en Latinoamérica y dispara la obesidad

02 de Diciembre de 2020
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Santiago de Chile, 2 dic (EFE).- El sobrepeso y la obesidad en Latinoamérica, que afectan a más de la mitad de la población, se dispararán tras la pandemia, alertó a Efe el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, quien explicó que comer sano ya era "un sueño" para muchos antes de la crisis sanitaria.

"El sobrepeso y la obesidad no es como algunos dicen, un problema de opciones individuales, es un problema de desigualdad debido a un sistema desequilibrado que perdió el norte", afirmó.

El índice del sobrepeso en Latinoamérica en 2019 se situó 20 puntos por encima de la media mundial según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que cifró en 262 los millones de personas que padecieron esta condición, lo que equivale a un 59,9 % de la población.

Berdegué señaló lo "paradójico" de que América Latina y el Caribe sean unos de los mayores exportadores de fruta y verdura del mundo y al mismo tiempo sea una región en la que la porción diaria de estos alimentos para una dieta saludable no es accesible para sus propios habitantes.

"Esto no sucede por arte de magia, tiene que ver con políticas e intereses comerciales, con publicidad, con cambios en el estilo de vida como comer fuera por falta de tiempo y patrones culturales que invitan a comprar alimentos no nutritivos", detalló.

EL IMPACTO DE LA PANDEMIA
Antes de la llegada de la covid-19, el número de personas con sobrepeso ya mostraba una tendencia al alza "alarmante", aclaró Berdegué, con un crecimiento de diez puntos porcentuales desde 2014.

Entre los países más afectados por este auge destaca Haití, que en 2000 tenía las tasas más bajas y en 2016 registró un incremento de 17,3 puntos porcentuales, el mayor de la región.

Lo mismo sucede con el indicador de obesidad, que tuvo un crecimiento parejo al del sobrepeso en los últimos cinco años y en 2019 fue una condición que afectó a casi un cuarto de los latinoamericanos.

A estas tendencias, agregó el funcionario, se suma la crisis económica generada por la covid-19, que según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) provocará una recesión del 9,1 %, algo que va a tener un "claro impacto" sobre la calidad dietas en la región.

"En Latinoamérica comer saludable es carísimo, cuesta 4 dólares por persona al día, y alimentarse mal es muy barato. Ahora que hay una pérdida masiva de ingresos nos tememos un gran aumento del sobrepeso y la obesidad", explicó.

Según el responsable de la FAO, la pandemia, que deja ya más de 13 millones de contagiados en Latinoamérica, "agravará y profundizará" no solo la calidad de las dietas, sino también el hambre, pudiendo producirse un retroceso de treinta años en los indicadores.

LOS NIÑOS, LOS MÁS AFECTADOS
El grupo que más preocupa a la institución es el de niños y niñas de 0 a 5 años, que han sufrido un mayor incremento de la obesidad y el sobrepeso en los últimos años, alcanzando al 7,5 % del conjunto, lo que equivale a 3,9 millones de niños.

Además, concretó el responsable de la FAO, la pandemia ha tenido un efecto mayor sobre la calidad de las dietas en este grupo, en gran medida debido al cierre de los colegios, donde comían 84 millones de niños de la región y donde 10 millones recibían su principal plato del día.

"Se cerraron las escuelas y para estos niños quiere decir que se acabó la comida saludable y balanceada", sostuvo.

Entre los países con mayores índices de sobrepeso y obesidad infantil están Argentina, Barbados, Bolivia, Paraguay y Trinidad y Tobago, y en todos ellos el índice supera el 10 %.

La solución para combatir estas tendencias de sobrepeso y obesidad, relató el funcionario, será de largo plazo y requerirá políticas profundas: mejorar la educación infantil y la salud, promover el deporte y el acceso físico y económico a una dieta sana, especialmente en entornos urbanos desfavorecidos.

"Hay 104 millones de personas que hoy día no se pueden permitir comer saludablemente, pues a lo mejor habría que subsidiarlas para que pudieran comprar frutas, verduras y proteína animal de calidad", concluyó.