Jose Eshkenazi observa cómo funcionan las burbujas sanitarias en el deporte

30 de Noviembre de 2020
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El deporte mundial, profesional y amateur, está atravesando su momento más peculiar al menos de la era moderna: la mayoría de los países, debieron suspender las ligas y torneos por un período de entre 3-7 meses según les haya tocado atravesar niveles de contagio por Covid-19 en mayor o menor medida.

A esto se agregó la incertidumbre por la vuelta de las actividades, específicamente vinculado a dos aspectos: cuándo volver, y con cuál protocolo sanitario. En Europa, Alemania “puso primera” y para dar reinicio a su liga de fútbol de primera división.

España imitó sus políticas, y continuó con el operativo retorno. En América, Brasil y Estados Unidos encabezaron los primeros retornos en fútbol y Básquet. Más temprano o más tarde,  - explica Jose Eshkenazi, quien además es representante de la firma Soccer Media Solutions- todos los casos comparten un aspecto: la implementación de burbujas deportivas para paliar la crisis por coronavirus.

Durante el pasado fin de semana, Tottenham, club de la Premier League, publicó un informe donde detalla pérdidas que rondan los 72 millones de Euros, por los gastos emitidos para sostener las políticas sanitarias, y los estadios vacíos, producto de las políticas que cada club está obligado a aplicar para garantizar la salud de los deportistas.

Este caso ha disparado un debate complejo entre los aficionados al deporte, dirigentes y periodistas - se pregunta Eshkenazi - ¿cuáles han sido hasta ahora los resultados, pero también las consecuencias desde que cada deporte retomó sus actividades aplicando estas burbujas sanitarias? En este artículo te presentamos algunos de los aspectos más importantes, que permite no sólo realizar un balance, sino una proyección de lo que vendrá en los deportes.

En principio, las burbujas sanitarias son espacios hiper controlados, sanitizados y registrados por especialistas, para garantizar la salud de todos los involucrados en un evento deportivo - explica Jose Eshkenazi, representante además de MBL Word - , minimizar los niveles de riesgo de contagio, y detectar casos positivos.

Lo que caracteriza a esta política no es una “fórmula mágica”, sino la responsabilidad individual y colectiva, la conciencia, y los controles. Asimismo, operó como instrumento de propaganda para los aficionados que comenzaron a ver entre sus clubes, los modos de saludo y festejo, el distanciamiento social y el uso correcto del barbijo. Algo simple pero riguroso. Se hace hincapié permanente en la desinfección. De esto hablamos cuando mencionamos a las burbujas. Los costos, son asumidos por los clubes locales.

Los casos de la NBA, La Champions League, y la Fórmula 1, son emblemáticos porque son los eventos más populares dentro de cada deporte respectivamente (Básquet, Fútbol y Automovilismo) - continúa Jose Eshkenazi - lo que colocaba a los protocolos sanitarios implementados ante los ojos del mundo.

En el caso de la Champions, la burbuja optó por reducir los viajes: desde 4tos de final, se disputaron en Portugal y el éxito, en cuanto a contagios, fue rotundo. Apenas un puñado de futbolistas dieron positivos a través de los PCR.

En la actual Champions League, el formato retomó los partidos ida y vuelta respetando las localias como tradicionalmente se hizo, producto de la conformidad de la eficacia del protocolo implementado.

En la Fórmula 1, al establecer la no asistencia de público hasta finalizar la temporada, la burbuja se centró en controles a pilotos, equipo técnico y periodistas. No fue hasta la tercera fecha luego del retorno, cuando se detectaron dos casos positivos, y no fueron pilotos.

En la sexta fecha, Sergio Pérez de Racing Point, fue el primer piloto en dar positivo. En cuanto a niveles de contagio, los resultados fueron los esperados.

El mayor atractivo mundial del Básquet, la NBA, también implementó burbujas tras cinco meses en los que el torneo se detuvo. El protocolo, de 108 páginas, imitó el modelo Champions League, y como primera medida resolvió culminar el torneo, incluida la final, en una única sede: Orlando, en Disney World - recuerda Jose Eshkenazi.

 El segundo aspecto relevante, fue disponer un máximo de 35 miembros por equipo. Es decir, apuntó a disminuir los viajes y traslados, y a reducir los intervinientes en cada encuentro. Luego, quizá lo más llamativo, fue repartir a los 22 equipos en 3 hoteles: Grand Destino, Yacht Club, y Grand Floridian.

De esta manera también estuvo preestablecido los espacios lúdicos y de comida. Y, quizá la particularidad más llamativa fue la llamada alarma de seguridad, que a través de una pulsera informaba al portador cuando permanecía más de cinco segundos a menos de 1.8 mts de otro jugador. La medida era opcional para los jugadores, y obligatorias para el staff de cada club.

Pese a este moderno y altamente estricto control, los casos positivos por Covid-19 entre los jugadores superaron los 50 casos, - detalla el representante de Soccer Media Solutions - incluidas las principales figuras.

Esto de alguna manera sirvió para desestimar algunas de las políticas, y además, comprender la necesidad de vincular políticas sanitarias en el deporte con las implementadas a nivel nacional. Sin embargo, para los principales dirigentes de la NBA el balance fue positivo en materia sanitaria, y se aspira a poner en marcha el nuevo torneo en Diciembre, aunque para este torneo se pretende el retorno de los aficionados a los estadios, en proporciones de menor a mayor.

Otro de los deportes más populares en Estados Unidos en considerar eficaz la implementación de burbuja sanitaria, fue la NFL - describe el especialista en marketing de deportes Jose EshkenaziEste torneo, junto a la NBA, se destacó por no abandonar los ingresos que representan los fanáticos que asisten a los estadios para cada encuentro, y rápidamente firmaron contratos con las principales cadenas televisivas para usar simpatizantes virtuales en las transmisiones.

Otro servicio ofrecido a los fanáticos, fue implementar un sofisticado sistema de sonido de campo, que permitió subir y clarificar el volumen  de sonido ambiente y de esta manera, posibilitar que los televidentes puedan escuchar todo lo que acontece durante un partido, y disfrutar de una experiencia diferente.

Aunque otros deportes de varios países también optaron por esta política, los niveles de ingresos económicos en las ligas estadounidenses fueron mayores, capitalizando así una oportunidad única que generó la pandemia.

Este servicio, funcional a la burbuja sanitaria, parece haber llegado para quedarse producto de los ingresos que generó. La creación de grada o público virtual, superó los niveles de ingresos esperados. Según ha informado la NBA, se llegó a un acuerdo con AT&T para  producir entrevistas en formato holográfico durante las retransmisiones en Turner y ESPN. La puerta a una nueva fuente de ingresos está abierta, y fue originado por la innovación que despertó la rigurosidad de las burbujas sanitarias, agrega Eshkenazi.

El esfuerzo creativo de la NBA y la NFL por devolver los encuentros deportivos a los aficionados, responde a que éstos representan alrededor del 40% de los ingresos de cada club. Los ingresos a través del marketing han sido el sostén de los clubes desde que se retomaron las actividades, y cuando una de las condiciones para volver a poner en marcha los torneos era la ausencia de hinchas en los estadios, lo que hacía proyectar futuros económicos catastróficos, la tecnología de punta, y los software, ofrecieron una oportunidad que los clubes-principalmente los más poderosos-supieron capitalizar.

En Latinoamérica, donde la vuelta de los torneos de fútbol fue muy dispar (3 meses de diferencia entre Brasil y Argentina por caso), el hecho de contar con las experiencias europeas y estadounidenses, parecía representar una ventaja.

Sin embargo, la duda estaba por los costes económicos que conlleva el sostenimiento de las burbujas deportivas. En Brasil, el modelo implementado se individualizó: se delegó en los clubes la responsabilidad de realizar PCR  a los deportistas, al staff y delimitar la cantidad de periodistas, y se permitió disputar encuentros respetando las localias normalmente.

El torneo no se detuvo aunque los niveles de contagio fueron altos, algunos clubes por caso, han registrado hasta 8 contagiados, incluyendo su figura “Gabigol”, y pese a ello los encuentros siguieron disputándose - resume Jose Eshkenazi.

El saldo positivo está vinculado en ser el primer país de Latinoamérica en volver a hacer rodar la pelota, y llegar con mayor rodaje a la Copa Libertadores. En el caso de Argentina, los niveles de contagio son menores, aunque se tardó casi tres meses más en retomar las actividades.

Sin duda el plano económico es sobre el que mayor cantidad de ojos (de dirigentes) está depositada a futuro. Al no contar con los presupuestos europeos y norteamericanos para invertir en tecnología que permita vincular a los aficionados a los encuentros (según datos de la NBA, se desplegó una inversión de 150 millones de dólares en tecnología digital), ni tampoco con la estructura adecuada, los estadios permanecieron totalmente vacíos.

Los ingresos por televisión y el aportado por los hinchas, representan la columna vertebral de los clubes latinos, por lo que habrá que esperar a próximos balances institucionales para conocer cuál ha sido el saldo negativo que generó poner en marcha las burbujas deportivas en las ligas de Latinoamérica.
Las principales ligas del mundo concuerdan en que los niveles de rigurosidad-con mejores o peores resultados-con los que se implementaron las burbujas deportivas durante el 2020, no son necesarios ni deseables para el 2021 - finaliza Jose Eshkenazi.  La idea de “convivencia” con el virus en el deporte, comienza a ganar terreno.