México: De igualdad y no de retroceso, la nueva normalidad post covid-19

29 de Junio de 2020
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México, julio (SEMlac).- El futuro para las mujeres después del covid-19 es no regresar a la normalidad, eso sería un retroceso por los niveles de violencia, represión y pobreza que ya se tenían, se tiene que reconstruir una nueva realidad en la que haya corresponsabilidad entre hombres y mujeres, tanto en lo laboral como en lo doméstico, y además se debe profesionalizar la atención a las mujeres víctimas de violencia.

En el primer día del Seminario Web "Construcción de una agenda de género post covid-19: análisis de los efectos y consecuencias de la pandemia desde el enfoque de género", se puso de manifiesto que esta profundiza la violencia contra las mujeres porque los agresores no tuvieron que hacer mayor esfuerzo para aislar a sus víctimas por las medidas de confinamiento.

De ahí que, plantearon, se requieren políticas públicas orientadas a eliminar las situaciones de vulnerabilidad de las mujeres, lo que constituye todo un reto para todos los gobiernos.

La senadora Martha Lucia Micher Camarena, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Senadores, expresó que no se permitirá que los avances logrados en los derechos de las mujeres retrocedan, "debemos convertir a la igualdad como uno de los ejes transversales de este nuevo mundo que queremos construir".



"No podemos plantear una vuelta a la normalidad, volver a un mundo de represión y de pobreza. Debemos establecer pactos políticos, jurídicos, económicos y sociales para una nueva realidad".




La medida de confinamiento para detener la pandemia puso en el escenario la violencia que las mujeres viven, se profundizaron las vulnerabilidades, lo que propicio una violencia más extrema y puso a las niñas, niños y adolescentes expuestas al abuso.

La legisladora Malú Micher señaló que los dos impactos fundamentales del confinamiento del covid-19 son el trabajo desproporcionado de los cuidados y la violencia contra las mujeres y niñas. Las mujeres sienten miedo por la salud propia y la de su familia, y la situación económica.

En el aspecto de la violencia contra las mujeres señaló que en la Ciudad de México se registraron 11.550 casos de violencia familiar y cinco feminicidios tan solo en el mes de mayo. Las Unidades Territoriales de atención a la violencia contra las mujeres, Lunas, brindaron 1.460 atenciones, en tanto que abogadas del Ministerio Público atendieron de marzo a mayo 6.297 mujeres. Se iniciaron 1.903 carpetas de investigación.

Los datos sobre cuidados antes de la pandemia del 2018, señalan que los hombres en México dedican entre tres y cuatro horas diarias al trabajo de cuidado. De la población de 12 y más años, que realizan trabajo doméstico no remunerado, 53.1 millones son mujeres y 44.8 millones son hombres.

Las mujeres ganan 797 pesos (36 dólares) menos que los hombres y tienen una mayor carga de labores domésticas y de cuidados.

El ingreso promedio de los hombres es de 5.825 pesos (264 dólares) y de las mujeres es de 5.029 pesos (228 dólares), -16 por ciento, las mujeres para igualar el salario de los hombres tienen que trabajar cinco días más al mes.

Por lo tanto, dijo, necesitamos que los hombres sean solidarios con las mujeres y las niñas y que asuman sus responsabilidades sociales.

Agregó que se requiere una educación colectiva y social con los niños y los hombres. Educar para la igualdad implica que los hombres asuman el reparto de responsabilidades en el hogar, que es tarea de todas y todos. Hacer compatible la vida familiar no es tarea de las mujeres es un problema de la sociedad.

Las mujeres no denuncian por no exponerse a un riesgo mayor
Por otra parte, Alma Burciaga González, consultora de ONU Mujeres y especialista contra la Violencia Contra las Mujeres y Niñas, señaló que vivimos dos pandemias, la del covid-19 y la de la violencia contra las mujeres, pero no se le da la misma importancia, porque se normaliza la violencia.

La violencia contra las mujeres es una pandemia a la sombra a nivel mundial que requieren acciones urgentes. Uno de los principales problemas es que las mujeres no denuncian por no exponerse a un riesgo mayor y prefieren mantenerse en silencio más cuando hay un período de emergencia.

A nivel mundial, dijo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de un compañero sentimental.

En casi tres de cada cinco casos de mujeres asesinadas el autor era un compañero sentimental o un miembro de la familia, según datos de ONU 2019. Las mujeres con discapacidad tienen entre dos y cuatro veces más riesgo de ser víctimas de violencia.

En el caso de la Ciudad de México, de acuerdo con la ENDIREH (Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares), casi un 80 por ciento de las mujeres mayores a 15 años han sufrido algún tipo de violencia alguna vez en su vida.

De estas 61 por ciento han vivido violencia sexual; 60 violencia emocional, 44 violencia física y 32 por ciento violencia económica o patrimonial.

El 52 por ciento de las mujeres encuestadas manifestaron haber sido violentadas por su pareja y casi el 79 no buscan apoyo de instituciones o no denuncian.

También señaló los actos de discriminación que reciben las mujeres porque algún familiar se enfermó de covid-19 y la señalan por falta de cuidado, y también las discriminan por temor a contagiarse.

Expuso que junto con ONU Mujeres, Perú y la Ciudad de México elaboran un "Protocolo para la atención de mujeres en contexto de emergencia", en el que se consideran las medidas que ha dado conocer Naciones Unidas, como aumentar la inversión en servicios de ayuda en línea y organización de la sociedad civil.

Garantizar que los sistemas judiciales sigan procesando a los abusadores, establecer sistemas de alerta de emergencia en farmacias y tiendas de comestibles.

Declarar los centros como los refugios esenciales y crear formas seguras para que las mujeres busquen apoyo sin alertar a sus abusadores.

También señaló que es indispensable profesionalizar a las personas que dan atención en los centros de atención para las mujeres, pues la sola capacitación no es suficiente. Por supuesto, esto tiene que ver con un sueldo adecuado.

En este aspecto fue apoyada por la especialista en políticas públicas de la Salud de la Universidad Nacional Autónoma de México, Marcela Vázquez Coronado, quien señaló que debe profesionalizarse a las personas que se dedican a la atención de mujeres víctimas de violencia.

Moderó el seminario la directora de Precisa Medición Estratégica, Jogin Abreu Vera, también especialista en temas de género.

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