Lucia Lagunes.

En peligro un cuarto de siglo de avances

30 de Abril de 2020
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El COVID-19 ha encendido los focos rojos en el mundo ante los posibles retrocesos respecto a los Derechos Humanos de las mujeres y por lo tanto a los avances de la humanidad.

Los estudios recientes de Naciones Unidas señalan que podría perderse un cuarto de siglo de avances.

Ya se veía venir que tras la pandemia de COVID-19 este retroceso podría ser uno de los estragos que dejaría la pandemia. Lo alertaron feministas y empezamos a tener los datos que lo confirman.

Y no es que no se pueda evitar el retroceso. No, la pérdida de derechos será resultado de la falta de compromiso de los gobiernos con las mujeres y las niñas, al no priorizar en sus acciones frente al COVID, políticas para aminorar los impactos en las condiciones de desigualdad que enfrentan las mujeres en todo el mundo.

Ya lo decía el informe de la ONU en enero pasado, si la desigualdad ha crecido es porque las políticas de gobierno las han profundizado. Y aquí nuevamente tenemos la prueba.

De no atenderse en esta emergencia sanitaria y económica se corre el peligro de retroceder 25 años en los Derechos Humanos de las mujeres ganados hasta el día de hoy, revela el Fondo de Población de las Naciones Unidas tras un estudio realizado en conjunto con la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) y la Universidad de Victoria (Australia).La alerta roja llama a los gobiernos a que se actúen ya.

Tres son los indicadores que coloca el estudio acerca de estos riesgos: erradicar la demanda insatisfecha de anticonceptivos, lo cual se ve en peligro hoy porque las prioridades sanitarias están enfocadas a la pandemia, sobre unos sistemas de salud debilitados, especialmente en países de bajos ingresos.

El sobre esfuerzo que deben hacer los sistemas de salud ante la emergencia desplaza garantizar el acceso de las mujeres a los métodos anticonceptivos modernos, el estudio estima que en 3 meses de confinamiento, con alteraciones moderadas del sistema de salud, 23 millones de mujeres se verán imposibilitadas de usar anticonceptivos cuya consecuencia serían 600 mil embarazos NO deseados, con todas las consecuencias que ello implica.

El otro indicador de estos posibles retrocesos está enfocado a la violencia de género, en 3 meses de confinamiento se estima que en el mundo habrá 15 millones de casos de maltratos contra mujeres y niñas.

Todas las violencias contra las mujeres generan medidas extraordinarias, incluidas las financieras, de los gobiernos, a mayor violencia más recursos para atender las consecuencias de ésta.

Por ejemplo, en México, si se toma el Producto Interno Bruto (PIB) de 2015, sólo la violencia que ocurre dentro de las casas costó 1.4 por ciento del PIB, es decir 1.8 billones de pesos, el costo de no hacer nada o casi nada para frenar esta violencia en medio de la pandemia de COVID será mayor frente a la crisis económica que se desencadenó.

El otro gran rubro en el que se pueden dar graves retrocesos, es en la eliminación del matrimonio infantil, el cual se prevé aumente.

Debido a estos factores, en conjunto pueden, de no tomarse las medidas, dar pie a un total de 13 millones de matrimonios infantiles adicionales entre 2020 y 2030.

Como se ha advertido la grave recesión económica mundial que se avecina, la pobreza que crecerá, tendrá un impacto para incrementar los matrimonios infantiles más frecuentes en los países de bajos ingresos.

Lo que tenemos enfrente es el crecimiento de la desigualdad de las mujeres y con ello el retroceso de todos los avances que como humanidad habríamos logrado. Más vale que se tomen ya las medidas necesarias si se quiere detener los estragos post COVID.

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