De acuerdo con la dependencia, la restauración de la zona convertida en un basurero ilegal, requirió de una inversión de alrededor de 917 mil dólares y beneficiará a casi 20 mil habitantes.
Durante los trabajos de recuperación, precisó, se intervino una superficie de 44 mil 684 metros cuadrados, en los que se realizó una limpieza previa y manual de los residuos más voluminosos, el trasplante de árboles y la demolición de algunas estructuras.
Además, añadió, para el cubrimiento del área de vertido se precisó de 25 mil metros cúbicos de tierras como capa de cobertura y otros mil metros cúbicos de composta como soporte para la restauración ambiental contemplada.
La restauración, detalló, también contó con la participación de la Consejería de Desarrollo Sostenible que realizó un control de aguas superficiales en el sitio y ha desarrollado obras auxiliares para delimitar la zona con una cooperativa colindante.
La Consejería de Agricultura aseguró que el sellado de vertederos contempla una doble función, pues no sólo evita la posible contaminación del entorno mediante al aislamiento definitivo de los residuos, sino que garantiza la recuperación del espacio degradado y su uso para otras actividades.