México: Fátima, la justicia que aún no está completa

28 de Octubre de 2019
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México, octubre (SEMlac).- Fátima tenía 12 años, estudiaba la secundaria. Era una niña cuando fue brutalmente violada, torturada y asesinada. Los hechos ocurrieron el 5 de febrero de 2015, en el municipio de Lerma, Estado de México. Sin embargo, la justicia aún no está completa.

Su madre, Lorena Gutiérrez, tiene reflejado en su rostro las huellas del dolor que le han dejado estos cuatro años y ocho meses sin poder concretar que la justicia sea para su hija. Luis Ángel A.R. fue sentenciado a 76 años de cárcel, pero Misael A.R., por ser menor de edad, solo recibió una condena de cinco años, mientras que José Juan H.T. espera sentencia.

El camino a la justicia ha estado plagado irregularidades en las instituciones, pero también de amenazas de muerte por parte de las familias de los victimarios de Fátima.

En enero próximo, se podría realizar la audiencia de José Juan H.T., quien anteriormente presentó unos videos que supuestamente servirían de coartada, pues su pretensión era ser ubicado en su trabajo, la escuela Sierra Nevada, donde supuestamente se encontraba al momento del brutal asesinato de la niña Fátima.

El material audiovisual presentado como prueba es una copia, con deficiencias para observar claramente que se trata del inculpado; pese a ello, la juez de control Janeth Patiño García admitió el video, lo que dejó en libertad a José Juan H.T. Pero de nueva cuenta la familia de Fátima logró que fuera reaprehendido y que el video fuera analizado por personas expertas, lo que ocurrió en nuevas audiencias.

Finalmente, la familia consiguió que otro juez desestimara como prueba el material audiovisual, en tanto que la defensa de José Juan interpuso un amparo que está en revisión, lo que ha retrasado la posibilidad de la sentencia condenatoria en su contra.

Hoy la familia considera indispensable que las autoridades no consideren de nueva cuenta el video como prueba a favor del inculpado y se termine de una vez por todas con la cadena de omisiones institucionales que pondrían en riesgo concluir el juicio.

Una historia de infamia y la lucha de una familia
Aquí un resumen del recuento hecho por Miklo Rivera, periodista de Los Machos nos matan en México: Fátima tenía 12 años de edad. Salía de la secundaria, a las dos de la tarde, cuando presuntamente José Juan H.T, Luis Ángel A. R, y Misael A. R., sus vecinos, la sometieron, hiriéndola en cuello y cara con navaja, y la llevaron a un área boscosa en la carretera Toluca-Naucalpan. Ahí la torturaron, abusaron de ella y la mataron.

La señora Lorena, mamá de Fátima, inició su búsqueda en compañía de varios vecinos, al ver que la pequeña no regresaba de la escuela. En un punto por donde ella pasaba de regreso, encontraron su sudadera y un cuchillo ensangrentados.

Fue entonces cuando vieron huir a los tres imputados. Uno de ellos llevaba la mochila de Fátima llena de sangre.

Fue su propia madre quien encontró el cuerpo de su hija parcialmente enterrado y oculto bajo una llanta. Al parecer la enterraron agonizante, pero aún viva, pues una mano y un pie sobresalían, datos que comprobaría el personal forense.

Después de ser detenidos por los propios vecinos, los tres jóvenes iban a ser linchados, pero fue la propia Lorena Gutiérrez quien lo impidió. Los tres fueron hospitalizados y posteriormente ingresados al penal.

A partir de ahí empezaron las complicaciones, debido a que la carpeta de investigación estaba plagada de errores y omisiones por parte de la Fiscalía del Estado de México; la peor de ellas fue que el Ministerio Público no contaba con tiras reactivas y, por ello, no se compararon los perfiles genéticos de los implicados con las muestras de sangre en la ropa hallada en el domicilio de los hermanos Luis Ángel y Misael A.R., en el cuerpo de Fátima, y otras evidencias encontradas en el lugar de los hechos.

Esto provocó que José Juan H. T., alias "El pelón", supuesto autor intelectual del feminicidio, fuera absuelto y puesto en libertad, pese a que varios testigos lo vieron correr con la misma ropa llena de sangre que fue encontrada en casa de los A.R.

La Juez de control Janeth Patiño García decretó que este brutal crimen no había sido un feminicidio (aunque posteriormente la señora Lorena y su esposo lograron que este crimen se tipificara correctamente).

Esta misma juez desestimó a todos los testigos y pruebas en contra de "El Pelón", aunque curiosamente las mismas pruebas y testigos fueron admitidas por ella para juzgar al mayor de los hermanos A.R.

También admitió los testimonios aportados por la escuela particular "Sierra Nevada", donde el director y el conserje de dicha institución afirmaban que "El Pelón" era jardinero de dicha escuela y ese día, supuestamente, había laborado en el horario en que ocurrieron los hechos, para lo cual presentaron un video antes mencionado.

En septiembre de 2015, luego de una serie de llamadas con amenaza de muerte y acoso en escuelas y trabajos de varios familiares, la casa de la señora Lorena fue baleada. Esto provocó que ella y su familia fueran desplazadas constantemente por varios puntos del estado y la república. Desde entonces no tienen un hogar fijo, les es difícil conseguir empleo y constantemente viven con miedo, pero ni así han desistido.

Incluso, la entonces subprocuradora para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género del Estado de México, Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, había ofrecido ubicarlos en Canadá, lo que no se concretó para no contradecir las declaraciones sobre que en México se garantizaban los derechos humanos de las personas, en respuesta a los cuestionamientos que había hecho Amnistía Internacional.

"El Pelón" fue puesto en libertad el pasado 8 de junio del año en curso, pero la señora Lorena y su esposo, Jesús Quintana, interpusieron un amparo que está en revisión. José Juan H. T., fue presentado bajo custodia preventiva.