El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) destacó que, a pesar de la importancia de dicha prueba, en el país no se aplica de manera generalizada a los recién nacidos para tener un diagnóstico temprano de la fibrosis quística.
Destacó que organizaciones de la sociedad civil y expertos en neumología del país coinciden en la necesidad de incrementar la esperanza de vida de las personas con dicho padecimiento que los pone en constante riesgo la vida de los individuos.
Con el tratamiento adecuado, refirió, las personas con fibrosis quística logran alargar su vida 17 años, por lo que los médicos esperan que ese lapso pueda extenderse aún más, pero para ello también es necesario realizar los estudios que diagnostiquen en etapas tempranas la enfermedad.
En ese contexto, en su Revista ISSSTE, insistió a los padres que esperan a su primer bebé, por tratarse de una enfermedad hereditaria, acudir al ginecólogo y pediatra para aplicar una prueba de tamiz metabólico neonatal ampliado durante el control prenatal.
Agregó que en caso de no prevenir el padecimiento y no realizar la prueba el niño que nazca con la enfermedad puede pasar de dos hasta cuatros años para poder tener un diagnóstico correcto.
Entre los síntomas de la fibrosis quística se encuentra la congestión nasal, la producción de flemas, respiración rápida, sibilancias, infecciones respiratorias frecuentes, alteraciones en el peso y menor tolerancia al calor, pues en épocas calurosas los niños pueden perder grades cantidades de sal a través del sudor y sufrir una deshidratación.
Hasta el momento, en México no existe un registro oficial de la fibrosis quística, por lo que su prevención se vuelve de vital importancia, así como el control y vigilancia de las personas que llegan a la adultez con la enfermedad.