Temer se refirió por primera vez que la maniobra parlamentaria para deponer a Rousseff fue un "golpe de Estado", a tres años del juicio político que destituyó del poder a la expresidenta.
En una entrevista con el programa Roda Vida de la Televisión Cultural de Brasil, Temer aseguró que jamás había “apoyado ni hecho un compromiso con el golpe de Estado", y que trató de impedirlo.
Comentó que en momento fue criticado ya que lo señalaban como “un conspirador golpista”, ya que suponía que “yo había apoyado el golpe”.
Sin embargo, luego que en mayo de 2016 el Senado abrió un proceso político contra Rousseff que concluyó en su destitución, el que más se benefició fue Temer, quien asumió la presidencia del país y permaneció en el poder hasta finales de 2018.
"No imaginé que llegaría a ser presidente de esa manera", agregó Temer durante a entrevista
El exjefe de Estado reveló que si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva hubiera sido nombrado ministro de la Casa Civil en la administración de Rousseff, el juicio político podría no haber ocurrido.
“Michel Temer cometió un nuevo acto de sinceridad ayer (martes) en Roda Viva. Admitió que sufrí un golpe de Estado y dijo que si Lula hubiera ido a mi gobierno no habría habido juicio político”, escribió este miércoles Rousseff en su cuenta de Twitter desde París, Francia, donde se reunió con el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Pero la exmandataria lamentó que “Temer no dijo que el golpe de 2016 fue para enmarcar a Brasil en el neoliberalismo. Y, por supuesto, Temer negó haber participado directamente en el golpe”.
“Ninguna mención de él (Temer) a sus dos asistentes más cercanos: Moreira Franco y Eliseu Padilha. El Puente hacia el Futuro es la sede del programa del gobierno de (Jair) Bolsonaro”, actual presidente de Brasil, agregó la exgobernante en otro tuit.