En el marco de una nueva iniciativa de su gobierno contra la violencia familiar, el presidente había acudido a las oficinas de la línea “3919” para escuchar silenciosamente las llamadas. De esa manera, escuchó en tiempo real cómo una mujer que acababa de presentar una denuncia contra su marido llamó para reportar que la policía se negaba a acompañarla a su casa para recoger sus cosas.
Luego, la operadora intentó en vano, convencer al policía de acompañarla, ya que la presencia del agresor en casa representaba un peligro para la mujer. El policía se negó, argumentando que “no está en el código penal”, y que la mujer necesitaba presentar una orden judicial, lo cual es falso, según las leyes francesas.
El día siguiente, la policía federal anunció que abrió una investigación interna. “Incluso si se debe aclarar el contexto del caso evocado, la atención a esta víctima en dificultad parece totalmente defectuosa ", declaró la Dirección General de la Gendarmería Nacional (DGGN, por sus siglas en francés). La investigación administrativa está ahora en manos de la Inspección general de la Gendarmería Nacional.
La DGGN afirmó que había que “determinar las circunstancias de esta violación”, ya que "la falta de escucha y la oposición reiterada del servicio de gendarmería contactado aparecen en total oposición a la carta de recepción de las víctimas y las reglas de tener en cuenta a las mujeres en dificultad".
La cadena de radio Europe1 reportó que, en el marco de esta investigación, ya se identificó a la estación de policía de donde se originó la llamada, así como a la mujer afectada y el policía que se negó a ayudarla. De acuerdo con información de la radio, otro policía sí la acompañó a su casa después del acontecimiento.
El elemento que actuó en negligencia, podría enfrentar una sanción disciplinaria. De acuerdo con la especialista en derecho militar Elodie Maumont, citada por otro periódico, también podría seguir un juicio penal, si se demuestra la no asistencia a la persona en peligro. Eso dependería del contexto, subrayó la experta.
Organizaciones sociales, como la colectiva “Nous Toutes” (Todas nosotras, en francés), habían analizado, luego del evento, la peligrosa falta de formación de elementos de seguridad en perspectiva de género y atención a víctimas. Consideraron que el caso publicado no fue un evento aislado, sino que se da en muchos casos de violencia de género.
Caroline de Haas, integrante de Nous Toute, había demandado un aumento significativo en fondos para combatir la violencia de género. En los próximos tres meses, se prevé que 400 estaciones de policía y comisarías serán inspeccionadas, en el marco de la iniciativa del gobierno contra la violencia intrafamiliar.
En Francia 121 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas en 2018, lo que coloca el país en el segundo lugar de violencia feminicida en Europa, después de Alemania. Este año, hasta el 2 de septiembre, fueron asesinadas 101 mujeres, la última, una señora de 92 años que murió luego de ser golpeada por su marido con su bastón.