En declaraciones realizadas en el marco del Día Mundial de los Océanos, anotó que son bien conocidas las consecuencias y el daño de lo que pasa cuando se les descuida y realizan acciones como la pesca ilegal, contaminación y el cambio climático.
Indicó que éstos son esenciales para mantener la vida en el planeta.
“Todos estamos llamados a hacer más para proteger nuestros océanos y comunidades costeras. Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de perder más de lo que podemos medir en un laboratorio de ciencias o en un informe ambiental. El cambio climático es real, y las personas aquí en Canadá y en todo el mundo ya enfrentan sus efectos devastadores”, manifestó.
“Nuestras comunidades costeras son las primeras en sentir los impactos del aumento de las temperaturas globales, desde inundaciones y huracanes hasta el aumento del nivel del mar y el derretimiento del hielo marino, el agotamiento de las poblaciones de peces y la pérdida de empleos”, detalló el primer ministro canadiense.
Precisó que el informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático del otoño pasado y el informe más reciente sobre el Cambio Climático de Canadá indican que “sin una acción inmediata, no podremos proteger las plantas, los animales y los hábitats de los que todos dependemos por los efectos del cambio climático”.
Ante esta situación, dijo que el gobierno de Canadá está tomando medidas para preservar y restaurar sus ecosistemas marinos.
A través del histórico Plan de protección de los océanos, ejemplificó, “hemos avanzado en mantener nuestras aguas seguras y nuestras costas limpias. Ya hemos protegido el 8 por ciento de las áreas marinas y costeras en todo el país, en comparación con menos del uno por ciento en 2015”.
Agregó que están en camino de proteger el 10 por ciento de estas áreas para 2020 y el año pasado anunciaron fondos adicionales para proteger los hábitats, así como las fuentes de alimentos de las poblaciones de ballenas en peligro de extinción.
Comentó que la financiación también abordará otras amenazas a la supervivencia de las ballenas, incluso por la perturbación del ruido y la contaminación.