Jaime Baksht, un narrador de historias a través del sonido

08 de Junio de 2019
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México, 8 Jun (Notimex).- Jaime Baksht no es escritor ni guionista, pero sabe cómo contar una película a través del diseño de sonido, su principal herramienta para realizar su tarea y atrapar las emociones del espectador a lo largo de la proyección de una película.

Baksht tiene la responsabilidad de estudiar cuidadosamente la historia para empatar su talento al del escritor y al director de la cinta para describir, a través de sonidos, lo que ocurre en la pantalla, es una pieza fundamental.

Este año, reconoce en entrevista con Notimex, la competencia por el Ariel -la máxima presea que entrega la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC)- será muy reñida.

El reconocido ingeniero de sonido, sin embargo, tiene en Museo, de Alonso Ruiz Palacios, y Nuestro tiempo, de Carlos Reygadas, cintas en las que colaboró, sus dos ases que lo convierten en un serio aspirante.

En la lista de postulados en la categoría de Mejor Sonido destacan: Alejandro de Icaza, por Bayoneta.

Alejandro de Icaza y Anuar Yahya, por Las niñas bien.

Jaime Baksht, Javier Umpierrez, Isabel Muñoz Cota y Michelle Couttolenc, por Museo.

Jaime Baksht, Raúl Locatelli, Carlos Cortés y Michelle Couttolenc, por Nuestro tiempo.

José Antonio García, Sergio Díaz, Skip Lievsay y Craig Henighan, por Roma, cierran la lista.

El entrevistado, ganador de siete premios Ariel y un galardón Fénix, admite que la competencia estará muy reñida. “Creo que hay muy buenas películas que buscan también ganar, ahí tenemos a Roma, con la experiencia de Alfonso (Cuarón), él es un gran creativo”.

Jaime reconoce la capacidad de su compañero, el diseñador de sonido, Sergio Díaz, porque “cuenta con muchísimos años de experiencia y ha trabajado con Martín Hernández bastante tiempo, así como con Alejandro González Iñárritu, entonces son huesos duros de roer”.

Subraya que la lista de los nominados habla del nivel que se ha alcanzado en la materia en esta edición, “eso lo hace más interesante”.

“Muchos años atrás la competencia se centraba en las óperas primas, eran como lo que más importaba, las películas nuevas, los directores nuevos, todo nuevo y entonces no había experiencia, pero en esta ocasión siento que hay mucha experiencia acumulada”.

Al preguntarle en torno a la ceremonia de entrega de este año, Baksht dice que es probable que por primera vez se lleve a cabo en la Cineteca Nacional, "pero la Academia aún no lo define".

“No tengo claro en dónde será la sede, porque que yo sepa la Cineteca no tiene posibilidades, pero seguramente van a hacer algo muy padre”, comenta.

El sonido, su pasión

Jaime es un reconocido ingeniero de sonido dedicado a “regrabar” películas, su labor encaja en el proceso de edición cuando charla ampliamente con el director para acompañar con su trabajo de diseño sonoro la narración de la historia, mediante la cual se lleva al espectador, sobre todo en una sala de cine, a un mundo de emociones.

Con estudios en Inglaterra, es considerado un decano en el mundo de la sonorización fílmica, ya que cuenta con más de 140 créditos a su nombre gracias a su trabajo en cintas como El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro; Apocalypto, de Mel Gibson, y Post tenebras lux, de Carlos Reygadas.

Desde 1989 ha puesto su huella en el mundo de los sonidos cinematográficos donde se encuentran cintas como Atrapen al gringo, No se aceptan devoluciones, La jaula de oro y Besos de azúcar”, entre otras.

Diagnóstico profesional

Para Baksht, la sonorización fílmica en México goza de buena salud y eso le ha permitido dar la batalla en otras industrias.

Él divide en dos partes el mundo del sonido: la primera, los que lo hacen en Hollywood, y la segunda México y el resto del mundo.

“Hollywood tiene una muy particular forma de hacer su producción de sonido, sigue fórmulas muy establecidas que le dan resultados y lo hacen perfectamente bien; sin embargo, México y el resto del mundo trabajan diferente”, apunta.

Se ufana de que las producciones fílmicas de este país mantienen un nivel de competitividad a nivel internacional.

Se remite a trabajos de realizadores como Carlos Reygadas, con quien ha tenido el gusto de colaborar, que ha logrado reconocimientos en el Festival Internacional de Cine de Cannes y que ahora está nominado al Ariel por su trabajo en la cinta Lo nuestro”, lo que indica la calidad de lo que se hace en el país.

“México siempre ha hecho cosas en cine interesantes, pero en materia de sonido da la batalla y bien”, subraya Baksht, quien es un fiel amante del sonido en cine, lo cual lo ha llevado a ser considerado de los mejores en el ramo obteniendo también nominaciones al BAFTA, máximo premio de la Academia británica por su trabajo en El laberinto del fauno.

Recuerda que durante la Época de Oro este país tenía “buen sonido”, pero no se progresó, “se abandonó, no hubo crecimiento en ese rubro.

“No hubo aplicación de recursos en las salas THX de los Estudios Churubusco, y fue ahí donde el mundo de las computadoras nos invadió y a partir de ello hubo muchísima más gente haciendo sonido, generando cuadros nuevos en ese terreno".

Aunque ha tenido la posibilidad de trabajar en producciones estadunidenses, Jaime ha preferido hacer carrera en México, país donde es uno de los decanos de la grabación.

Señala que lamentablemente en cuanto a los avances en esta materia, la televisión ha rebasado al cine. Explica que precisamente la televisión ha dado pasos agigantados, pues ahora es más fácil adaptar un sistema de audio casero que permite vivir la experiencia auditiva.

“El problema es que la inversión para adecuar lo más avanzado del sonido en las salas de cine es cuantiosa y eso no se hace de un momento a otro”.

Apunta que el Séptimo Arte busca innovar aplicando tecnología de punta, como el Atmos, que destaca por brindar un sonido que no es otra cosa que la colocación de 64 bocinas en la sala para dar una experiencia única al público.

“Así tienes 64 diferentes sonidos o grupos que te permiten sonorizar una sala desde diferentes ángulos”, explica.

El sonidista destaca que los nuevos formatos en la televisión mexicana también están dando mucho de qué hablar por la calidad que manejan en imagen y audio.

“El mío es un trabajo apasionante, en el que debes estar al día para no rezagarte, porque también hay talento nuevo que viene con muchas ganas y con quienes debes intercambiar ideas”, menciona.

“El sonido es todo un lenguaje con el que se trabaja en busca de brindar experiencias indescriptibles a los espectadores”, dice Baksht, quien se ha vuelto parte fundamental de quienes cuentan historias.