Las áreas de Recursos Humanos deberían desempeñar funciones más relevantes, explicó Dávila, especialista en gestión estratégica de recursos humanos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
La responsabilidad social es un punto importante en las compañías y en muchos casos es tomado en cuenta pero no es aplicado a sus empleados.
La experta analizó las nuevas prácticas y tendencias que se tienen que incluir para estar acordes con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Nacionales Unidas relativos a ofrecer trabajo decente.
Un ejemplo que dio la especialista fue el de la empresa FEMSA en la industria de bebidas en México y América Latina, que cuenta con un programa donde los empleados se ofrecen como tutores en línea para formar a otras personas que buscan completar sus estudios.
En su investigación, Dávila corroboró que este tipo de programas retroalimenta a la empresa, y se ve reflejado en el rendimiento económico.
Sin embargo, un tema que las áreas de Recursos Humanos no deben dejar son los salarios, aclaró la investigadora en un comunicado de la AMC.
“Mientras tenemos altos directivos que ganan cantidades estratosféricas entre sueldos, prestaciones, bonos y otros beneficios, hay trabajadores en planta que están muy ajustados a los estándares de un marcador local, con un sueldo poco competitivo”, explicó.
Una situación que no es general, no obstante, las empresas poco han hecho por tener una mayor equidad en su interior, tanto social como económica, por lo que esa diferencia se sigue percibiendo.
De los temas más comunes en los discursos de los empresarios es la generación de empleos, recordó la experta, pero han dejado de lado la conservación de los mismos, tomando en cuenta que en México la economía es dinámica y que sin empleo hay crisis social.
Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los mexicanos es la equidad social y es difícil modificarlo, consideró.
“No debe favorecerse a individuos que pertenezcan a una clase social específica o que pesen más los apellidos o la escuela a la que asistieron para la contratación de personal”, concluyó Dávila.