El aumento de la cantidad de droga incautada responde a dos fenómenos: el incremento de las acciones punitivas por parte de las fuerzas del orden y, asimismo, el mayor volumen de droga traficada, en especial la cocaína, como consecuencia del fortalecimiento de las organizaciones criminales en suelo brasileño.
Los 16 mil kilómetros de frontera, la proximidad con los países productores (Bolivia, Perú, Colombia) y el vacío dejado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en zonas de la selva colombiana contribuyeron al aumento del tráfico, según análisis policiales.El aumento en los puertos de cocaína decomisada fue del 70 por ciento, y la mayoría fue hallada en el puerto de Santos, el mayor de América Latina y puerta de salida de la droga desde el continente a Europa.
País de tráfico entre las naciones productoras (Bolivia, Perú, Colombia) y algunos destinos internacionales, como Europa, Brasil es también el segundo mayor consumidor de cocaína del mundo, por detrás de Estados Unidos, según estudios de Naciones Unidas.
Traficantes brasileños usan comúnmente los puertos de Sao Paulo y Río de Janeiro para llevar la droga a Europa y Estados Unidos, usando el gran tráfico de mercancía y containers como método para encubrir sus operaciones.