“A partir del 1 de enero seré el presidente de todos, de los 210 millones de brasileños. Gobernaré en beneficio de todos, sin distinción de origen social, raza, sexo, color, edad o religión”, dijo Bolsonaro ante el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Agradeció a los “más de 57 millones de brasileños que me honraran con su voto”, y pidió a los que no le apoyaron “confianza para construir juntos un futuro mejor para nuestro país”.
Tras expresas dudas y pedir explicaciones sobre el 38 por ciento del origen o destino de sus gastos de campaña, el TSE dio este día su visto bueno a que Bolsonaro asuma el poder como presidente el 1 de enero.
En un país azotado por la corrupción y las donaciones ilegales y oriundas de coimas, la prestación de cuentas ante la justicia electoral es un paso obligatorio para los candidatos en Brasil.
Con una recaudación algo superior al millón de dólares y unos gastos cercanos a los 600 mil dólares, Bolsonaro fue electo próximo presidente de Brasil con el 55 por ciento de los votos en la votación del pasado 28 de octubre.