Empresarios proponen norma técnica para fabricación de bolsas de plástico

02 de Diciembre de 2018
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México, 2 Dic (Notimex).- Un grupo de empresarios mexicanos que recicla aproximadamente 500 toneladas diarias de desechos plásticos que se generan en el país, impulsa una norma técnica nacional para regular la fabricación de bolsas de polietileno y fomentar el reciclaje y la reutilización en la industria del plástico.

Integrados en la Asociación de Industriales de la Bolsa Plástica (Inboplast), que produce más del 60 por ciento de bolsas de uso comercial en México, consideraron no obstante que la norma no será suficiente mientras no existan verdaderas campañas de concienciación para forjar en la sociedad una cultura de reciclar, reutilizar y reducir.

Aseguraron que las prohibiciones para el uso de dichos utensilios no solucionan el problema cultural de raíz, que es el destino que los consumidores finales dan al plástico luego de utilizarlo.

En 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligió como tema la contaminación por plástico. De acuerdo con sus reportes, cada año se usan 500 mil millones de bolsas plásticas en el mundo y en la última década se produjo más plástico que en todo el siglo pasado.

A nivel mundial, Kenia fue el primer país que prohibió el uso de bolsas de plástico imponiendo severas multas económicas. En América Latina, por ejemplo, el congreso de Chile aprobó la prohibición de bolsas plásticas de un solo uso en todo el territorio nacional, mientras que el Senado de Uruguay recientemente aprobó una ley que limita el uso de bolsas que no sean biodegradables.

En México, de 2009 a la fecha se han presentado 160 iniciativas de leyes referentes a prohibiciones y regulaciones de uso para este tipo de productos plásticos.

Actualmente el uso de bolsas se prohíbe en el municipio de Querétaro (sin que las autoridades den hasta el momento resultados oficiales de esa medida), San Luis Potosí y Sonora.

Los empresarios mexicanos que integran Inboplast manifestaron su preocupación por las constantes propuestas de prohibición que se han lanzado en el país.

Hay que dejar atrás, afirmó José Anguiano, presidente de dicha asociación, las leyes prohibitivas que no solucionan el problema y que no han dado resultados, como el ejemplo en Querétaro, donde en agosto de este año entró en vigor una ley que prohibía a los comercios dar bolsas de polietileno.

A causa de ello, Inboplast dejó de reciclar tan solo en esa entidad, 300 toneladas al mes de desechos plásticos.

En todo el país, este grupo de empresarios recicla dos mil 500 toneladas a la semana, pero con nueva tecnología adquirida recientemente esperan aumentar a cuatro mil.

Anguiano Hernández argumentó que las bolsas de plástico representan únicamente el uno por ciento de los desechos plásticos, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), por lo cual no se justifica la insistencia en su prohibición.

El empresario destacó que los productos recientes de fécula de maíz, que tardan entre 90 y 250 días en degradarse en comparación con los plásticos, no pueden sustituir el uso de las bolsas de plástico comunes porque, aseguró, los costos de este grano se incrementarían considerablemente, además de que causarían otros estragos ecológicos por el cambio de uso de suelo.

Es por ello que los industriales del plástico buscan la implantación de una norma técnica que ayudaría a fomentar el reciclaje y la reutilización en la industria del plástico, incluyendo a las corporativos internacionales, ya que muchas veces sus productos utilizan gran cantidad de plástico que no es totalmente recíclable.

En entrevista con Notimex, Anguiano Hernández, presidente de la empresa en Arandas, Jalisco, incorporada a Inboplast, habló sobre el trabajo de reciclaje de plásticos de las empresas mexicanas, así como de los obstáculos a los que actualmente se enfrentan, al existir en la sociedad la “idea errónea” de que las bolsas son las causantes principales de la contaminación de los océanos.

Desafortunadamente, comentó, en los últimos años la desinformación generó que la sociedad tenga una imagen negativa hacia estos utensilios y que exista escaso apoyo a la industria mexicana que se dedica al reciclado del plástico.

En contraparte, hay propuestas de ley para prohibir la venta, compra y uso de este producto en diferentes entidades en el país.

Utilizan principalmente bolsas rotas o que ya no son de utilidad alguna para la sociedad, lonas publicitarias o embalaje de plástico de los productos que se adquieren en el súper mercado. En total, los 35 fabricantes agrupados en Inboplast reciclan 500 toneladas diarias de estos plásticos.

En los procesos de elaboración de bolsas trabajan con otro material que es carbonato de calcio, haciendo su composición eco-amigable. Y es que están convencidos de que las bolsas de plástico no son basura, son materia prima y, por tanto, susceptible de reciclar.

Además de vincularse con centros de investigación mexicanos, los directivos acuden a foros internacionales para mantenerse actualizados de la tecnología para el reciclaje de esos materiales.

En su opinión, campañas de información correcta, destacó, servirían para evitar lo que considera “populismo ecológico”.

Y es que, “no negamos la contaminación que generan los plásticos, pero no todo son bolsas de plástico. El riesgo ecológico se genera por el inadecuado manejo de residuos y por una falta de cultura”, dijo el empresario que inició hace casi tres décadas el negocio del reciclaje.

José Anguiano destacó que la norma técnica sería parte de una estrategia nacional que surgiría del consenso y trabajo de los poderes Ejecutivo, Legislativo y empresarial, que en conjunto deberían impulsar campañas informativas para fomentar una cultura del reciclaje a nivel nacional.

Lo más importante sería “inculcar a los niños, a los jóvenes, a las amas de casa, a los mismos empresarios, a los tomadores de decisiones, una cultura que incluya las cinco R: reducir, reciclar , reutilizar, repensar y rediseñar” los embalajes.

Sobre la responsabilidad de las empresas, comentó que también deben evaluarse los materiales utilizados para vender sus productos, pues “existen muchas marcas que por marketing, gastan muchos plásticos de forma innecesaria y en muchas ocasiones son bolsas de un solo uso”, explicó.

Agregó también: “todas las empresas desechan el plástico de su embalaje y todo eso lo aprovechamos nosotros, quienes lo procesamos, lo reciclamos y lo convertimos en nuevas bolsas”.

Lo más importante para José Anguiano es impulsar una economía circular, a través de la cual se prolonga la vida útil de un producto y se fomenta el uso de materiales renovables y reciclables de manera constante.

Es importante añadir que en marzo de 2018, la Agencia Danesa de Protección Ambiental publicó un estudio que analiza los impactos ambientales del Ciclo de Vida de la producción, uso y eliminación de bolsas disponibles en los supermercados daneses.

Analizaron siete materiales (LDPE, PP, rPET, poliéster, biopolímero, papel, algodón y material compuesto) y entre los hallazgos encontrados, es que las bolsas de plástico comunes tienen impactos insignificantes para el medio ambiente, al contrario de lo que se cree popularmente.

Actualmente Inboplast y la Asociación Nacional de Industrias del Plástico A. C elaboran un estudio sobre el ciclo de vida de los plásticos igual que el de Dinamarca, el cual será una herramienta avalada a nivel mundial que explique realmente el impacto del producto en el medio ambiente.