La Eurocámara, reunida en Estrasburgo, exige del ejecutivo de la Unión Europea (UE) que prohíba el uso del microplástico en los productos cosméticos, de higiene personal, en los productos de limpieza, en textiles, neumáticos y filtros de cigarrillos.
Hasta 2020, serán destinados unos unos 100 millones de euros (unos 116.2 millones de dólares) suplementarios para la investigación de materias plásticas más inteligentes y reciclables.
“La manera en que se produce el plástico hoy, que prevé su utilización una sola vez antes de ser tirado a la basura es totalmente insostenible”, declaró Mark Demesmaeker, ponente del informe aprobado este jueves.
En la UE se producen al año unas 25.8 toneladas de desechos plásticos, de ellos 30 por ciento se recogen para ser reciclados, un 39 por ciento se desechan, y un 31 por ciento más se incineran, según datos.
Esto produce al año unos 400 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, al mismo tiempo que un 80 por ciento de los desperdicios que se encuentran en los océanos es plástico.
“Esta situación tiene un impacto terrible en el medio ambiente, en el clima y en la economía. Nuestros océanos se están volviendo una gran 'sopa plástica'”, declaró Demesmaeker.
A comienzos de 2018, China prohibió la importación de 24 tipos de desperdicios sólidos, incluyendo residuos no clasificados de papel y el plástico (PET) que se usa en las botellas.
Esto “representa una gran oportunidad para crear una verdadera economía circular”, afirmó Demesmaeker.
“El desafío ahora es gestionar el plástico de manera sustentable y evitar basura innecesaria y crear una verdadera cadena de valor”, enfatizó.