Es lo que defiende el Parlamento Europeo (PE) en una resolución aprobada este miércoles en sesión plenaria, en la que dejó en claro que el nuevo marco bilateral no debe interferir en la integridad del mercado único europeo o la unión aduanera.
Los diputados destacan las particularidades del funcionamiento de la UE, con sus reglas vinculantes comunes, instituciones comunes, y mecanismos comunes de supervisión, ejecución y adjudicación.
“Esto implica que incluso países terceros con legislación prácticamente idéntica no pueden disfrutar los mismos beneficios o el mismo nivel de acceso al mercado interior que los países miembros”, indicaron.
La posición es similar a la presentada por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el pasado 7 de marzo, que será sometida a la aprobación de los jefes de Estado y de gobierno de los demás 27 países europeos el su próxima cumbre, los días 22 y 23.
A ejemplo de Tusk, la Eurocámara rechaza permitir que Londres busque un enfoque a medida para cada sector de la nueva cooperación e insiste en que el acuerdo debería incorporar reglas de gobernanza “sólidas”, incluido un mecanismo de resolución de disputas.
Los parlamentarios también apoyan la propuesta de Bruselas para zanjar la cuestión de la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que pasa por la manutención de la unión aduanera a fin de evitar el retorno de una frontera dura que pondría en riesgo la delicada paz en la región.