Los pequeños Zhong Zhong y Hua Hua nacieron hace varias semanas en un laboratorio en China y la hazaña, que es una primicia en cuanto a primates, podría ser muy útil en la investigación de enfermedades humanas, destacan investigadores de la Academia China de las Ciencias en Shanghai.
Los intentos previos de clonar monos mediante el método Dolly, conocido como transferencia nuclear de células somáticas (SCNT, por sus siglas en inglés) produjeron embriones viables, pero éstos no pudieron madurar y convertirse en animales sanos.
La técnica comienza con tomar el núcleo de una célula de un tejido como la piel e insertarlo en un huevo de animal, cuyo núcleo de ADN ha sido removido previamente.
Esa combinación se trata con enzimas que la devuelven a un estado embrionario temprano desde el cual se puede diferenciar en cada tipo de célula en el cuerpo como un óvulo recién fertilizado, el cual se implanta en una madre sustituta para su desarrollo.
“El éxito vino de la adaptación de varias técnicas nuevas”, afirma Muming Poo, director del Instituto de Neurociencia de la Academia China de las Ciencias, quien dirigió el trabajo cuyos resultados fueron dados a conocer en un artículo publicado este miércoles en la revista científica Cell.
Las técnicas utilizadas incluyen un nuevo tipo de microscopía para ver mejor las células durante el manejo y el uso de varios compuestos que fomentan la reprogramación celular, que no se habían probado antes en los primates, explica el equipo de investigadores.
Aún así, la tasa de éxito fue baja ya que solo se lograron dos macacos bebés sanos nacidos de más de 60 madres sustitutas. Los investigadores solo pudieron reprogramar células del tejido del mono fetal, no de células adultas.
Poo dice que el nuevo enfoque es más personalizable y puede producir un mayor número de animales genéticamente idénticos que la primera técnica utilizada para clonar primates, un método más simple llamado división de embriones.
Afirma que combinar SCNT con la edición de genes permitirá la creación de “modelos ideales de primates no humanos” para estudiar los mecanismos de las enfermedades y los medios de detección, y la mejora de sus métodos conduciría a mayores tasas de éxito.
El trabajo plantea cuestiones éticas, especialmente porque, en principio, al menos, la técnica podría aplicarse a los humanos. Pero “creo que la sociedad, el público en general y los gobiernos no permitirán la extensión de este método de los primates no humanos a los humanos”, dice Poo.