Damnificados de incendio en Valparaíso, Chile, esperan nuevas casas

14 de Enero de 2017
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Valparaíso, 14 Ene (Notimex).- Los cientos de damnificados del reciente incendio que afectó a 220 casas de este puerto chileno, distante 120 kilómetros al noroeste de Santiago, intentan retomar sus vidas en los mismos lugares donde el fuego les arrebató sus viviendas.

A 11 días del siniestro forestal, que terminó arrasando una localidad de la zona Playa Ancha de esta ciudad, la mayoría de sus habitantes colocó carpas en sus lugares de residencia a la espera de que el gobierno llegue con las viviendas de emergencia.

El sector Puertas Negras (un nombre muy poco apropiado tras el incendio) luce este viernes con baños químicos portátiles en sus calles y con una mínima cantidad de restos de las viviendas, los cuales fueron retirados por personal municipal de Valparaíso, bomberos, la policía y voluntarios.

En las estrechas calles sólo quedan el olor a quemado y los rastrojos negros de las maderas destruidas por el fuego, un mudo recuerdo del intenso calor y la angustia que vivieron cientos de personas al ver el avance de las llamas producto del fuerte viento.

En la mayoría de los sitios se ven banderas chilenas ondeando al viento en señal de esperanza y voluntad de reconstruir en el mismo lugar donde estaban sus casas, de madera, de dos e incluso tres pisos y donde vivían dos o más familias.

Las cerámicas del piso son, en la mayoría de los terrenos, el único recuerdo que quedan de las viviendas, además de las paredes de concreto de algunas de ellas que hoy sirven para proteger las carpas del fuerte viento que persiste en la zona.

Bernabé Osorio Montt lleva 53 años viviendo en esta zona de Valparaíso y el incendio arrasó con toda su vivienda, incluidos enseres, ropa y sobre todo recuerdos, aquellos que las personas de la tercera edad atesoran en viejos álbumes de fotografías.

Junto a su hija, don Bernabé ve pasar las horas sentado en las afueras de su terreno, rutina que sólo se interrumpe cuando llega la comida preparada por el Estado y cuando pasa algún encuestador preguntando por sus necesidades.

“Yo sufrí la pérdida total de mi casa. Lo bueno es que en dos días limpiaron los terrenos, pusieron los baños, los postes de energía eléctrica, dieron el agua y de a poco irá llegando lo demás”, aseveró.

Indicó que dentro de las próximas dos semanas deberían instalarle en su terreno una vivienda de emergencia “porque las cosas no salen de un momento a otro, todo hay que tomarlo con calma”, la cual será la base de su nuevo hogar.

La hija de don Bernabé, Sandra, señaló: “mi casa era de tres pisos y quedé a brazos cruzados. En minutos perdí todo, fue todo muy rápido, alcancé a sacar un gatito de dos meses y arrancamos con mis hijos y mi marido de acá”.

Respecto a la reconstrucción manifestó que “hay que tener paciencia, estamos agradecidos porque hemos tenido bastante ayuda, pero hay que tener paciencia porque lo bueno es que tenemos vida y salud y que el incendio fue de día porque si hubiese sido de noche estaríamos todos muertos”.

De esta forma, y con bastante paciencia, los habitantes de Puertas Negras esperan en sus carpas la llegada de las nuevas viviendas, las que serán colocadas sobre los cimientos de sus antiguos hogares pese al peligro que reviste la zona en caso de un nuevo incendio forestal.

Las autoridades locales y nacionales han advertido del riesgo que existe de vivir en una quebrada, en las cercanías de predios forestales, más aún cuando en el verano austral las temperaturas suelen superar los 30 grados centígrados, lo que facilita la generación de incendios.

Los damnificados, sin embargo, insisten en quedarse en sus terrenos, los que en pocas semanas más lucirán con viviendas de emergencia que luego se transformarán en definitivas con la ayuda del Estado y privados.