Sergio, una historia distinta de la discapacidad visual

19 de Diciembre de 2016
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México, 19 Dic (Notimex).- A los siete años de edad, la vida de Sergio Soto dio un giro inesperado. Un error médico le provocó desprendimiento de retina y perdió la vista por completo, sin embargo, esta situación no lo detuvo y hoy en día es maestro de computación para personas con ceguera y debilidad visual.

sergio-una-historia-distinta-la-discapacidad-visual-1Ejercer esta profesión es una de las actividades que más le apasiona en la vida, porque puede enseñarles a las personas con discapacidad visual que todo se puede lograr cuando se lo proponen.

“Yo recuerdo que aprendí computación y era una persona totalmente desesperada, no tenía tolerancia en nada; no me veía egoístas pero decía: yo aprendo por mí y no me importan los demás”, posteriormente yo "me aventé como El Borras" con los amigos o gente que no entendía o les costaba un poco más de trabajo, pues fueron ellos quienes me animaron a dar clases”, relata en entrevista.

Actualmente tiene 34 años de edad y describe que una de las más grandes satisfacciones que le ha dejado su trabajo es poder ayudar a cambiar la vida de muchas personas y mostrarles que a pesar de no tener un sentido, todavía cuentan con otros cuatro con los que pueden vivir los avances tecnológicos.

“Ellos pensaron que porque eran ciegos no podían manejar una computadora o un correo electrónico, andar en el Face (Facebook), las redes sociales y entonces eso es lo que yo me quedo, que me dieron la oportunidad de ser maestro oficial y haber atendido a 300 personas que tuvieron estas emociones”, narra con gran alegría Sergio Soto.

A pesar de ese temor con el que llegaron, “después ese miedo se convierte en satisfacción porque en el momento en que ellos empiezan a interactuar con una computadora y pueden ir escribiendo su nombre poco a poco, (…) la gente empieza a cambiar a cambiar y vienen hasta con una alegría”.

Erradicar la ceguera mental, un reto para Ojos Que sienten
Aunque Sergio Soto tuvo la oportunidad de aprender el funcionamiento de una computadora y demostró que todo se puede lograr cuando hay disposición, en el año 2013 llegaron más cambios a su vida cuando ingresó a la Asociación Civil Ojos Que Sienten.

“Yo vine a estudiar computación, inglés, redacción, un poco de finanzas y desarrollo humano y la verdad me cambió mucho la forma de pensar. Fui trabajando lo que es la tolerancia, yo antes era un poco antisocial, ahora tengo más paciencia para platicar con la gente, cambio mucho mi forma de ser: más seguro y me gusta estar aquí”, expresa el exalumno de esta institución.

https://youtu.be/bXzGUl3d8YY

La Asociación Civil Ojos Que Sienten se fundó hace diez años por la fotógrafa Gina Badenoch y desde entonces trabaja para darles voz a aquellas personas que no la tienen y, sobre todo, contar una historia distinta de la discapacidad visual.

A través de talleres de desarrollo personal, fotografía sensorial, computación y de inclusión laboral, esta institución apoya de manera gratuita a personas con ceguera y debilidad visual, para que puedan integrarse a la sociedad y llevar una vida digna como cualquier otra persona.

“Nuestro rol es informemos, cambiemos la historia, agreguémosle nuevos capítulos a la historia. Nuestro rol no es venir a juzgar y a regañar porque entendamos que venimos de todas estas creencias, pero ya es momento de cambiar porque hay gente muy valiosa y porque la discapacidad visual está aumentando”, señaló Gina Badenoch en entrevista con Notimex.

Dijo que las puertas están abiertas para las personas que quieran salir adelante, que traigan la actitud de no quedarse en el rol de victimización y dispuestos a ver todas las capacidades que tienen para que cuando lleguen a una empresa den los resultados esperados.

A diez años de haber iniciado, dijo, hoy sí veo un México con empresas que quiere incrementar la diversidad, más allá de la responsabilidad social, ya ven que hay un beneficio tangible para que la gente pueda desarrollarse, incluso, para que haya hasta menos pobreza.

La fotógrafa mexicana llamó a erradicar juntos también “la ceguera mental”, porque hay mucho que aprenderle a estas personas, “y lo más importante es que la discapacidad no es su identidad, conozcamos a la persona que está en frente de nosotros, caminemos juntos y aprendamos juntos”.

Discapacidad visual va en aumento en México
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel internacional se calcula que hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión.

Además, aproximadamente 90 por ciento de las personas con discapacidad visual se concentra en los países de ingresos bajos, mientras que el 82 por ciento de las personas que padecen ceguera tienen 50 años o más.
En México, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 señala que la discapacidad visual ocupa el segundo lugar entre la población, la cual afecta principalmente a las personas mayores de 30 años de edad.

Entre todas diversas discapacidades que se presentan en la población joven del país, las dificultades para ver son las más frecuentes entre los 15 a 29 años de edad.

Gina Badenoch alertó que la ceguera va en aumento en México, debido al gran número de personas con diabetes y glaucoma, principalmente en adultos mayores, así como por desprendimiento de retina y cataratas.

Por ello, exhortó a la población a acudir con el oftalmólogo al menos una vez al año, ya que la exposición prolongada a la televisión o computadora puede ocasionar también vista cansada.

Accesibilidad e inclusión, temas pendientes
El Consejo para Prevenir la Discriminación en la Ciudad de México (Copred) señala que en el país, las personas con discapacidad tienen dificultades para ejercer sus derechos, debido a obstáculos sociales y culturales y aunado a esto son discriminados por su condición socioeconómica, género, raza y etnia.

Sergio Soto vive en la capital del país y es completamente independiente. Puede andar por las calles a través de un mapa que traza en su mente, pero en este camino se enfrenta a diversas situaciones que complican su desplazamiento.
“Nos enfrentamos a todo, a baches, a que mucha gente te patea el bastón o vas caminando y como caminas un poco más tranquilo por precaución la gente se desespera y te brinca el bastón y se pega y te empujan, no me quiero ver resentido, pero esa es la verdad”, señala.

Expresa que la inclusión de este sector de la población va creciendo pero "desgraciadamente va muy lento, nos hace falta mucha cultura, pero primero le hace falta cultura a la gente arriba, a los funcionarios, a veces ellos ponen muchas trabas”.

Además, dijo, faltan señalamientos y espacios que hagan sean más accesibles las calles para estas personas, transporte público, centros comerciales y que los que ya existen sean respetados por la sociedad.

“En el metro hay unas guías que aparentemente las hicieron para nosotros, pero a veces mucha gente va en esas guías y muchas veces los empujas y la gente se voltea y se enoja y dicen: ¿qué no ves?”, relata con gran preocupación.

Por ello, llamó a las personas ciegas a luchar por sus sueños y a la sociedad visual a que los valoren y los vean como seres humanos que pueden sentir, pensar y convivir como todos.

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