Bajo el lema "Las mujeres afromexicanas alzamos la voz: no más invisibilidad, no más exclusión, no más racismo", las líderes de diversas organizaciones dieron a conocer el 12 de octubre la Declaratoria de Mujeres Afromexicanas de la Costa Chica, en la que demandan se reconozca su ciudadanía mexicana.
Frente a representantes del Instituto Nacional Electoral (Ine), de la Comisión Nacional del Derechos Humanos (CNDH), del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) y de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), las líderes afromexicanas demandaron derechos y políticas públicas para eliminar el racismo, invisibilización, xenofobia, violencia y discriminación que los pueblos negros afrodescendientes han sufrido desde la formación del Estado mexicano.
Lo anterior fue resultado del foro "Mujeres afromexicanas de la Costa Chica: retos y avances en la lucha por el reconocimiento de sus derechos", organizado por la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer, A.C. (Semillas) y el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), en el marco de la campaña Encara el Racismo, cuyo objetivo es crear conciencia para eliminar y prevenir el racismo en la sociedad.
En la Declaratoria, las organizaciones participantes exigen medidas a los tres niveles de gobierno, así como a otras instituciones del Estado para que a las comunidades afrodescendientes de México les sean reconocidos derechos civiles, políticos, culturales, de no discriminación, de igualdad, además del derecho a la salud, a la salud sexual y reproductiva, educación, participación política, derechos laborales y el derecho a una vida libre de violencia.
Durante el diálogo que se llevó a cabo con representantes de instancias gubernamentales, el INE y la CNDH, Mónica Maccice, directora de la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación del INE, se comprometió a elaborar una agenda de trabajo en materia de derechos políticos en conjunto con las afromexicanas.
De igual forma, Alma Ramírez, de la Conapred, informó que la instancia se encuentra "acompañando y revisando dos iniciativas que están en el Congreso, de dos partidos políticos distintos, que impulsan el reconocimiento constitucional de las personas afro".
También, las participantes dieron a conocer que el pueblo afromexicano tiene presencia en todo el país y representa el 1,2 por ciento de la población mexicana, con un total de 1.4 millones de personas que se asumen afromexicana, de las cuales 705.000 son mujeres, según cifras de la Encuesta Intercensal del INEGI de 2015.
Sobre ese sondeo, Beatriz Amaro, comunicadora afromexicana e integrante del consejo académico de la Escuela Itinerante de Formación Permanente para Mujeres Afromexicanas, explicó que es la primera vez que el INEGI censa a las poblaciones afrodescendientes y dijo "nosotras consideramos que estas cifras no son exactas, sin embargo es un gran avance en la visibilización de las mujeres y hombres afromexicanos".
Amaro resaltó la violencia sexual que estas mujeres viven y la limitada participación que tienen en los espacios de toma de decisiones, a la vez que enfatizó que del 6,9 por ciento de las personas afrodescendientes de 15 años y más que son analfabetas, la mayoría son mujeres.
"Si bien es cierto que la Declaración de Santiago y la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia nos otorgan la categoría política como afrodescendientes, necesaria para exigir el pleno respeto de nuestros derechos, en México los avances han sido pocos," afirmó la comunicadora.
"Y a pesar de las recomendaciones internacionales para el reconocimiento constitucional, así como las acciones necesarias para cumplir con el Decenio Internacional para los Afrodescendientes 2015-2024 proclamado por la ONU, hemos encontrado poco eco en las instituciones que nos deberían atender", recalcó Beatriz Amaro.
"Nos parece fundamental que hoy la voz de la mujeres afro se escuche, dijo durante la ceremonia realizada el pasado 12 de octubre, "un día que urge resignificar como el de la reconstrucción y la restitución de los pueblos que fueron saqueados y despojados, los pueblos afro y los pueblos indígenas de este país y de toda la región", dijo Ximena Andión, directora del ILSB.
Durante la sesión, se presentó el documental de la Primera Cumbre de Mujeres Líderes Afrodescendientes de las Américas, que se realizó en junio de 2015 en Nicaragua, y que fue el primer encuentro internacional en el que las mexicanas afrodescendientes tuvieron voz como afromexicanas.
En esta Cumbre participaron 276 mujeres de 22 países de América Latina y el Caribe, y de ella surgió una plataforma de acción con 17 ejes y 71 demandas a gobiernos de los países de la región, señaló Glenda Joanna Weltherborn, de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, afrocaribeñas y la Diáspora, misma que integra a organizaciones de 30 países y que tiene 24 años de vida.
Cabe mencionar que con este evento se concluyó formalmente el proyecto de formación política que las mujeres afromexicanas de la Costa Chica realizaron durante dos años y que fue impartido por el ILSB y Semillas.
Como parte de las actividades del foro se presentaron diversas expresiones artísticas. Yuyé Hernández, artista plástica, inauguró su exposición de pintura, e integrantes de las organizaciones ejecutaron el bailable "Las Diablas".
Asimismo, Azucena López, de la Red de Mujeres Guerreras (Guerrero), compartió su poema "Justicia Negra" en la que cuenta su experiencia de lucha como mujer afromexicana, y en la que reclama "porque somos, estamos y existimos, tenemos que ser sujetas de derecho, no solo es una petición, es una exigencia por esa deuda histórica con las mujeres negras."
"Las mujeres negras, Afromexicanas, somos las descendientes de personas africanas traídas en condición de esclavitud y que hemos sobrevivido gracias a la fuerza que nos han heredado nuestras ancestras, luchadoras y alegres por naturaleza y que conservamos nuestra cultura y tradiciones para transmitirlas de generación en generación", se lee en la Declaratoria Mujeres Afromexicanas de la Costa Chica.
Por Alicia Mendoza
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