Rotativo de Querétaro.

Las 5 “DIVERSIDADES” del Consejo de Administración

10 de Mayo de 2016
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Cuando hablamos de tomar decisiones en la empresa familiar de primera generación, no hay quien sustituya al fundador. No obstante, conforme el negocio crece, se involucran más miembros de la familia y la propiedad se diluye, una de las mejores prácticas para ejercer el poder con mesura es conformar un Consejo de Administración.

El Consejo de Administración es el máximo órgano de gobierno de la sociedad y tiene como principal función tomar decisiones estratégicas; por ejemplo, definir la visión y misión de la empresa (objetivos y plan estratégico); aprobar el presupuesto anual y los estados financieros; planificar la sucesión del director general, entre otras.

Pero ¿cómo lo conformo? Y es que, saber integrar el Consejo de Administración es determinante para que éste aporte valor. Por ello, considera estas variables:

–Diversidad de conocimientos: La elección de las y los consejeros dependerá de la estrategia/objetivos de la empresa y de la madurez de la familia empresaria. No obstante, al configurar el grupo, hay que buscar que los perfiles sean complementarios. Se requerirán especialistas en los rubros que afectan el desempeño del negocio, desde los temas de operación hasta los de dinámica familiar. Y es que, es el Consejo en su conjunto, no los individuos en lo particular, el que genera sinergia al momento de desarrollar soluciones y planes de acción.

–Diversidad de relacionamiento con la empresa: Dentro del equipo de consejeras y consejeros debe haber no sólo propietarios, directivos de la empresa y/o familiares, sino también consejeros independientes. De hecho, la mejor manera de complementar el abanico de conocimientos necesarios, y de tener gente que pueda aportar su punto de vista con total independencia (sin que el “jefe” esté presente; o sin que el familiar se lo tome personal) es incorporando consejeros profesionales, independientes y externos.

–Diversidad de edad: Un Consejo de Administración eficiente estará conformado por un mix de generaciones (diferentes edades: 30, 40, 50, 60). La mezcla generacional proveerá un amplio espectro en cuanto a experiencia y novedad, dando oportunidad a los más jóvenes de aportar conocimientos específicos en relación al uso de la tecnología, las redes sociales, la cultura organizacional, etcétera, y a las generaciones más experimentadas de aplicarlo en temas de negocio. La idea es construir juntos el futuro.

–Diversidad de género: Múltiples estudios han demostrado que la diversidad de género agrega valor a la toma de decisiones y hace más competitivo al negocio, logrando un mejor desempeño, por ejemplo, mayores utilidades netas y rendimientos sobre capital. Lamentablemente, mientras en Noruega el 40.9 por ciento de los integrantes de los Consejos de Administración son mujeres; en México, sólo un 5 por ciento de nosotras participamos en ellos… ¿No estaremos perdiendo oportunidades de negocio y/o subutilizando el talento “in house” –a nivel familiar o empresarial–con el que contamos? Como lo mencionó un director general: “Si el 60 por ciento de las compras en este país son realizadas por mujeres, tener mujeres en el Consejo de Administración tiene sentido; especialmente cuando hablamos de negocios”.

–Diversidad de ingresos: Cuando se trata de los miembros del Consejo de Administración, hay que cuidar que los ingresos que generen por esta participación no representen “su modus vivendi”. Y es que, si viven de lo que ganan como consejeros, tomarán decisiones pensando en su permanencia en el órgano de gobierno, no en las necesidades del negocio, afectando la renovación y el desempeño del mismo.

Moraleja: ¡Hay que saber elegir a nuestras consejeras y consejeros!. Por: Rosa Nelly Trevinyo-Rodríguez*

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