México, 18 Ene (Notimex).- La iniciativa Aalto Lab México construye un eco-hostal en el ejido 20 de Noviembre, en la Biosfera de Calakmul, en Campeche, que además de ser sustentable tendrá armonía con las construcciones mayas de la comunidad.
La construcción inició en 2014 y es sustentable en su totalidad por la cooperación de la empresa Yectlahuilli Ingeniería Sustentable, que aportó su experiencia y uso de paneles solares para el consumo de energía, dijo la líder del proyecto, Claudia Garduño García.
El eco-hostal tendrá una tienda para las artesanías de la comunidad, comedor, cocina, dormitorios y baños secos, detalló en entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Garduño García.
Los baños secos los desarrollaron alumnos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México (ITESM CCM), durante una segunda etapa del proyecto ante la escasez de agua en la comunidad.
Los responsables del proyecto piensan ahora en cómo mejorar las estufas que usan en el hostal, pues las actuales usan leña lo que genera humo y podría causar daños a la salud, por lo que estudian el uso de algún tipo de energía.
En la estrategia del hostal colaboran el Tec de Monterrey y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El plan surgió en 2012 y deriva del proyecto interdisciplinario e intercultural creado en la Universidad Aalto, Finlandia.
La iniciativa busca la unión de universidades, empresas y la sociedad para trabajar juntos por la sustentabilidad, el aprendizaje y la participación de la cultura en múltiples niveles.
El proyecto Aalto Lab México involucra tres proyectos: el primero se llama Artesanía para el bienestar con el que se busca mejorar el poder adquisitivo de los pobladores y les permita tener acceso a los sistema de seguridad social.
Por ello, con la ayuda de la empresa, Peek Toys, que se dedica a elaborar juguetes de diseñador relativos a distintas culturas mexicanas, se imprimió el prototipo de etiquetas.
La idea del proyecto es que la comunidad pueda seguir haciendo sus artesanías y al agregar las etiquetas obtengan más recursos de cada venta. Así, el cliente tiene la posibilidad de decidir si paga 10 o 20 pesos extra por el artículo, dinero que se va a un fondo para satisfacer las necesidades de salud.
El segundo proyecto se centra en rescatar la arquitectura tradicional maya y cómo hacer un modelo de vivienda sustentable. Mientras que el último se enfoca en los sistemas de agua, desde el uso que la comunidad le da hasta la obtención del vital líquido.