México y Rusia festejan sólida relación diplomática de 125 años

14 de Diciembre de 2015
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Moscú, 14 Dic (Notimex).- Rusia y México festejan el 125 aniversario de sus relaciones diplomáticas, una trayectoria marcada por el acertado diálogo político, el creciente vínculo económico, cultural y social, muestra de una amplia y añeja amistad que se renueva continuamente.

El embajador extraordinario y plenipotenciario de México en la Federación de Rusia, Rubén Beltrán Guerrero, apuntó que el 11 de diciembre constituyó una fecha de muy alto significado para las dos naciones, que han avanzado juntas.

“La larga y añeja amistad que une a los pueblos de México y Rusia se convierte en factor clave que robustece los esfuerzos para seguir adelante con una amplia agenda bilateral”, indicó el diplomático mexicano.

Se trata de una agenda reimpulsada desde el año 2004, cuando fue firmada la declaración conjunta “Iniciativa Rusia-México: hacia una nueva era de cooperación”, a propósito de la visita del presidente Vladimir Putin a tierras mexicanas, refirió.

Beltrán subrayó que dicha declaración recogió la importancia del multilateralismo y el potencial del intercambio económico entre ambos países.

Señaló que a la vez valoró altamente puntos de coincidencia en su compromiso con las organizaciones internacionales y el trabajo mancomunado en la Organización de Naciones Unidas y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

El componente económico-comercial de la relación bilateral tiene un gran potencial y se ha acelerado en los últimos años, hasta convertir a México en el segundo socio comercial de Rusia en América Latina, con un volumen superior a los dos mil millones de dólares en 2014.

El embajador mexicano en Moscú aseguró que México superó el esquema de exportaciones basado exclusivamente en materias primas o productos perecederos, gracias a lo cual orientó su comercio hacia las manufacturas y adquirió gran competitividad en diversas áreas.

Esa situación provoca que empresas mexicanas como Grupo Maseca y Nemak construyan plantas en Rusia, con inversiones iniciales de 50 y 80 millones de dólares, de forma respectiva, comentó.

“No es de extrañar que además del comercio tradicional, estemos hablando del comercio de maquinarias y de inversiones mexicanas en materia de autopartes y producciones muy significativas para la agroindustria”, acotó.

Puso como ejemplo que la compañía mexicana Interjet adquirió 30 aviones Sukhoi en los dos últimos años, estupendas aeronaves para rutas de pequeño y mediano alcance, que modernizan la flota aérea de México.

Ponderó también el interés mostrado por distintas firmas rusas del sector energético, como Lukoil, para iniciar e incrementar su presencia en la industria mexicana de los hidrocarburos.

“El potencial para el crecimiento del intercambio económico y comercial entre ambas naciones es francamente muy grande, particularmente en los sectores automotriz, energético, aeroespacial, turístico y farmacéutico”, refirió.

Apuntó que en la industria farmacéutica, ya la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) trabaja con su contraparte rusa para tratar de armonizar las normas entre ambos países en esta rama, que tiene grandes oportunidades de producciones conjuntas.

Beltrán hizo hincapié en el largo, añejo y exitoso camino conjunto entre Rusia y México.

“Si bien es cierto que tenemos 125 años de relaciones diplomáticas formales, los primeros contactos entre México y Rusia datan del año 1826, cuando México buscó el reconocimiento del Imperio Ruso”, explicó.

“Entre 1826 y 1830 se produjeron una serie de contactos de alto nivel en Londres, Nueva York y Washington, por lo que son entonces 189 años de relacionarnos”, precisó.

En 1890 con el zar Alejandro III al frente del Imperio Ruso, y Porfirio Díaz en la presidencia mexicana, se produce el inicio formal de estas relaciones diplomáticas, hecho guardado para la posteridad en la Circular 9 de la Cancillería rusa, en la cual establece que el 11 de diciembre queda efectivamente destinado un embajador en México.

Correspondió tal honor al Barón Román Rosen, quien ya fungía como Cónsul ruso en Nueva York, mientras que por México fue nombrado embajador en San Petersburgo —capital entonces del Imperio Ruso— el general Pedro Rincón Gallardo.

Según el embajador Beltrán, dos hechos significativos no pueden obviarse en estos largos años de relaciones: México fue en 1924 el primer país del continente americano que reconoció a la Unión Soviética, tras la Revolución Bolchevique que puso fin al zarismo.

Además en 1926, Alexandra Kollontai presentó al presidente mexicano Plutarco Elías Calle sus cartas credenciales como embajadora soviética en la capital mexicana.

Fue la primera mujer nombrada embajadora por país alguno en la historia de la diplomacia.

Precisamente en esos años 20 y los de las décadas del 30 se produce un enorme diálogo cultural y social, que será clave para el fortalecimiento de la amistad entre los pueblos mexicano y ruso, una compenetración que subsiste y crece.

Serguei Einsenstein, famoso director de cine, y el poeta de la revolución socialista Vladimir Mayakovski, entre otros, van a México; mientras que los grandes muralistas mexicanos Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco visitan tierras rusas.

Todos estos hechos y realidades, conforman a juicio del embajador mexicano en Moscú, Rubén Beltrán, la base sólida sobre la que se erigen estas relaciones de 125 años entre Rusia y México, que están por encima de coyunturas, que no se resquebrajan ni con los vaivenes históricos que existen.

“Rusia y México saben reconocerse en este pasado común, que les permite proyectar a futuro un crecimiento muy rico en términos de diálogo político, de intercambio económico y cultural, que nos hace ser amigos y socios muy importantes”, concluyó.

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