Alemania realiza cambios para enfrentar crisis de refugiados

18 de Septiembre de 2015
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Berlín, 18 Sep (Notimex).- El jefe de la Agencia Federal de Empleo de Alemania, Frank-Jürgen Weise, fue nombrado hoy como nuevo responsable de la Oficina de Migración y Refugiados, tras la dimisión de Manfred Schmidt.

Su nombramiento fue anunciado por el ministro del Interior, Thomas de Maiziére, quien destacó que Weise se ocupará también a partir de este viernes de los temas más complicados de Alemania: la gestión del empleo y de la crisis migratoria.

El nuevo jefe de la Oficina de Migración y Refugiados (BAMF, por sus siglas en alemán), de 63 años, tienen una gran experiencia en el campo de la dirección.

Es uno de los directivos más prominentes de Alemania, cualidad que le sirvió para ser nombrado en el nuevo cargo, debido a la compleja situación que afronta esa dependencia con la masiva llegada de refugiados a este país europeo.

Weise, quien trabajó durante años en el ámbito económico y también en el Ejército alemán, afronta uno de sus mayores retos profesionales al hacerse cargo de dos oficinas que deben implementar iniciativas que ayuden a acelerar la resolución de las peticiones de asilo y de integrar a los refugiados al mercado de trabajo.

Maiziére destacó que “Weise mostró su disposición a aceptar esta gran tarea sin imponer ni la más mínima condición”.

Su nombramiento se produce un día después que el director de la Oficina de Migración y Refugiados, Manfred Schmidt, renunció al cargo alegando motivos personales.

Un argumento que no convenció, sin embargo, a la opinión pública, dado que la dependencia para migración y asilo político se encontraba desde hace tiempo en el centro de las críticas, acusada de haber reaccionado tarde ante la crisis migratoria.

Weise asumirá el liderazgo de la BAMF con el principal mandato de acelerar la resolución de las peticiones de asilo.

En otoño de 2014, la BAMF, dependiente del Ministerio del Interior, se comprometió a reducir la resolución a las solicitudes de 7.1 meses a tres, un objetivo que, sin embargo, no logró a pesar de aumentar su personal para agilizar el proceso.

En la actualidad unas tres mil personas trabajan en la BAMF, de las que 550 se encargan de decidir quiénes pueden recibir asilo en Alemania y quiénes no.

A pesar de las nuevas contrataciones en el organismo, la duración promedio para la resolución de los procesos de asilo no ha conseguido reducirse como se preveía y en la actualidad los refugiados esperan una media de 5.3 meses por la tramitación de su expediente.

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