Crece empresa alemana bloqueadora de publicidad intrusiva en internet

03 de Agosto de 2015
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Berlín, 3 Ago (Notimex).- Eyeo comenzó en 2006 como el pasatiempo de un veinteañero inquieto que intentaba limitar el bombardeo de anuncios al que se exponía en internet.

En 2011 saltó al ámbito profesional al convertirse en una empresa que en la actualidad cuenta con más de 60 millones de usuarios en todo el mundo.

Eyeo está detrás de AdBlock Plus (ABP), el primer bloqueador de publicidad en línea del mercado, con cuartel general en la occidental ciudad alemana de Colonia.

Desde allí, un equipo de 40 personas de 15 países, ayudados por voluntarios de todo el planeta, le ha declarado la guerra a los anuncios considerados “intrusivos”, con la "misión” de bloquearlos y evitar su interferencia en la navegación del usuario.

Se trata de aquellos anuncios que exigen un click por parte del internauta, como banners móviles, las publicidades invasivas que se expanden cuando se pasa el ratón por encima de ellas, y que durante tres segundos cubren la pantalla.

También las ventanas emergentes, los anuncios de YouTube o los de Facebook.

Se emplea en su contra una herramienta tan sencilla como polémica: una extensión en el navegador que impide esa publicidad.

Anunciantes y editores lo perciben como el “enemigo”, y de hecho Eyeo ya ha enfrentado varios juicios de los que, por el momento, ha salido airosa.

Desde 2011 esta empresa alemana lanzó una iniciativa que pretende cambiar el modelo publicitario que impera en internet, pues no bloquea toda la publicidad, sino solo la que se considera invasiva.

Buscamos "hacer de internet un lugar mejor y libre de publicidad intrusiva. Bloqueamos todo tipo de publicidad que no se considera aceptable, pero lo último que queremos es que haya páginas que tengan que cerrar porque sus ingresos de publicidad han decrecido”, precisa a Notimex Manuel Caballero, portavoz de AdBlock Plus en español.

La empresa ha elaborado una “lista blanca” de páginas web cuya publicidad no se bloquea porque se entiende que sus anuncios son aceptables.

"Las directrices de anuncios aceptables se aplican igualmente a todas las webs, no hay manera de comprar un lugar en la lista blanca. Tanto da que seas Google, nosotros no hacemos trato de favor con nadie”, señala.

La mayoría de la páginas que lo solicitan, 90 por ciento afirma Caballero, pasan a formar parte de la lista blanca de manera gratuita, y el 10 por ciento restante pasa por caja para ser incluídas.

“Ese 10 por ciento de webs son compañías muy grandes, con capacidad de facturación de miles de millones", precisa.

"A las compañías que se consideran realmente grandes les pedimos un porcentaje de las ganancias extra que ellos obtienen al ser su publicidad desbloqueada”, explica.

No se trata de una extorsión, sino de una relación en la que ambos ganan porque, gracias al acuerdo, las empresas consiguen llegar a una audiencia extra de 60 millones de personas que les permite ganar más dinero.

“Cada vez hay más redes de anunciantes que se unen a este tipo de práctica, que les permite seguir monetizando sus contenidos, les permite tener una audiencia fiel que no está cansada de ver el mismo tipo de publicidad", añade.

Nosotros desbloqueamos esos anuncios y ganan una audiencia de 60 millones de usuarios, no es nada despreciable”, argumenta.

Sus usuarios están fundamentalmente en Europa y Estados Unidos pero hay importantes cuotas de mercado en Rusia, Extremo Oriente y Sudeste Asiático, y su crecimiento lo atribuye a la evolución del sector publicitario en los últimos años.

Caballero describe que hay muchos editores que no controlan el tipo de publicidad que aparecen en sus webs porque necesitan ingresos y ceden a las exigencias de publicistas, que les ofrecen más ingresos por un tipo de campaña que resulta más intrusiva.

Este tipo de campañas, apunta, son las que finalmente animan a los usuarios a echar mano de los bloqueadores. “Es un círculo vicioso, pero en el momento en el que nosotros hayamos cumplido nuestra misión, desapareceremos. Aunque ese momento parece que está bastante lejos”, concluye.

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