Christa Cowrie recibirá homenaje en el Cenart

13 de Julio de 2015
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México, 12 Jul 15 (Notimex).- Compromiso, emoción y pasión son las palabras que resumen la vida como fotógrafa de Christa Cowrie, para quien esta disciplina es una gran profesión; un trabajo creativo que da la posibilidad a todo el mundo de desarrollarse.

“He tenido una vida muy plena en este campo, tanto en el aspecto periodístico como en las artes escénicas”, dijo en ocasión del homenaje que este miércoles se le rendirá en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes (Cenart), en el marco del 34 aniversario del Citru.

En declaraciones al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la fotógrafa nacida en Alemania, pero radicada en México hace 52 años, habló de su pasión por las imágenes y de la satisfacción que siente porque su trabajo sea reconocido.

“Me da gusto que el INBA reconozca el valor y la calidad de mi trabajo. Solo puedo decir que mi labor ha sido ampliamente profesional. Compromiso, emoción y pasión son las palabras que resumen mi vida como fotógrafa”, aseveró.

Para Cowrie, un buen fotógrafo es aquel que sabe que la mejor imagen es la que su cerebro siente primero, “una como fotógrafa ve en la mente el instante exacto de una imagen irrepetible en todo el universo. Me da mucha emoción decir que la buena fotografía la percibe una en el instante en el que se tomó”, comentó.

La fotógrafa trabajó durante más de 20 años en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru) y en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi Danza), del INBA, donde se encuentran miles de sus fotografías.

En ese sentido, dijo, “los fotógrafos sufrimos mucho porque creemos que nuestros archivos tienen un cierto valor artístico, por eso nuestra gran pregunta en la vida es: ¿En manos de quién vamos a dejarlos?.

“En mi caso, los resguardarán los dos centros de investigación del INBA dedicados al teatro y a la danza, y en donde están en magníficas condiciones para su consulta”, destacó.

Con cuatro décadas de trayectoria, la especialista en la fotografía de teatro y danza, una de las fundadoras del diario Unomásuno, recordó que le gusta mucho el arte escénico porque es la vida misma.

“El bailarín expresa, a través de su cuerpo, el movimiento y los actores hacen lo mismo con las palabras, pero con la misma intensidad”, dijo.

Y es que para ella, las artes escénicas son el espejo de nuestra vida y lo que somos. “En el escenario somos capaces de observar atentamente nuestras alegrías y nuestras tragedias. Las grandes obras que he visto de teatro y de danza las llevaré en mi corazón eternamente”.

Sobre qué es más complicado de retratar, consideró que la danza, porque el cuerpo está en constante movimiento y captarlo en fotografía requiere de un buen pulso, un ojo muy enfocado y una comprensión instantánea, requisitos que reúnen muy pocos fotógrafos.

“Ello se debe a que quizá en la danza sea menos predecible lo que pasa en escena, a menos que uno sea muy buen observador de las coreografías. Yo, por ejemplo, voy al teatro y veo lo que todos los espectadores ven. Dejarme sorprender ha sido un reto para mí porque debo reaccionar doblemente rápido. La fotografía de danza es incomparable.

Hoy en día, resumió, todos pueden tomar fotografías, pero no cualquiera es fotógrafo.

“Para serlo se requieren de muchas cualidades”, sostuvo Cowrie, quien ha participado en más de 75 exposiciones colectivas e individuales en el Palacio de Bellas Artes; los museos de Arte Carrillo Gil, del Chopo y Nacional de San Carlos, y los centros de la Imagen y Nacional de las Artes, en el país; así como en Estados Unidos, Canadá, Cuba, Venezuela, Brasil, Italia, Francia y Alemania.

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