En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Dolores Garnica comentó: “siempre me ha parecido que lo que nos hace diferentes a nuestras ciudades en realidad son cosas comunes en todas ellas, dando un poco esto por hecho, la pregunta es entonces en qué reside la diferencia entre las ciudades en general”, arguyó la escritora.
Anteriormente la escritora ya había realizado un trabajo similar a través del apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), pero en 2009 abordó el mismo tema pero a nivel local, es decir, en su propia colonia.
Su actual proyecto de beca titulado Un gris casi verde consiste en visitar tres ciudades: París, Ciudad de México y Guadalajara -su ciudad-, y será con 24 ensayos breves en los que escribirá asuntos cotidianos y particulares que se van a mezclar, es decir, “mi idea no es hacer una especie de adivinanza, pero creo que va a quedar un poco así, a manera de que las tres ciudades se confundan”, subrayó.La narrativa que propone Dolores Garnica es una descripción que sin ser específica del lugar del cual está hablando o describiendo, el lector pueda saber o no si se trata del Distrito Federal, de París o Guadalajara; ella los guiará a través de paseos, observaciones y mediante algunos juegos y guiños literarios.
“Es un poco como hacer la demostración de mi tesis, de que en realidad las ciudades son parecidas pero diferentes, porque lo que las hacen diferentes en realidad son los individuos, con base en lo que hacen estos en su hábitat, como sus rutinas, sus pasatiempos, sus caminatas, sus espacios de recreo, pero también sus espacios de tránsito, en resumen, de su antropología cotidiana”, indicó la también periodista.
El análisis que realiza la autora es con base en el estudio e información obtenida sobre el tema y las particularidades de los espacios. “Caí en la cuenta que quizá lo que nos hace diferentes son los individuos de las ciudades, entonces pensando un poco en lo que opinaba Michel Tournier o George Perec, entre otros, lo cotidiano es lo particular en lugar de lo extraordinario, porque normalmente cuando pensamos en una cosa que nos hace diferentes a los demás pensamos en cosas que no tienen las otras ciudades”, aseveró la creadora.
La conclusión a la que llega Dolores Garnica es que lo que nos hace diferentes son las cosas que tenemos en común, pero que son muy humanas, porque ciertamente los humanos somos los diferentes.
Algunos de los escritos pueden incorporar características del ensayo, crónica e incluso ficción, influencia que ha recibido de Michel de Montaigne y Enrique Vila-Matas, quienes trabajan en un tipo de ensayo-fusión, por lo que mezcla la crónica y el ensayo, el cual describió, de acuerdo con la concepción de Vila-Matas, como una conversación con ella misma.
Otro aspecto relevante en Un gris casi verde será la inclusión de ensayos en los que rendirá homenaje a los grandes artistas que escribieron sobre sus ciudades, como es el caso de George Perec, escritor francés quien se podía sentar en un café en París y hacer una lista enorme de todo lo que pasaba frente a él.
O como Marc Eugé, antropólogo francés, quien menciona que existen espacios en las ciudades sin historia y sin identidad que son normalmente los lugares de tránsito, como pueden ser las estaciones del metro o los aeropuertos, por lo que Dolores Garnica se dio a la tarea de explorar estos sitios de transito con el propósito de encontrar una particularidad.
La escritora expresó su satisfacción porque tanto su primer libro como un Gris casi verde serán publicados próximamente con editoriales que están interesadas en reproducirlos.
Una vez terminado el proyecto, Garnica Michel impartirá una serie de talleres con duración de 20 horas, repartidos en tres días, para hacer una especie de periódico en línea con crónica y ensayos sobre la colonia o el lugar en el que viven, el cual estará dirigido a toda la comunidad, es decir, jóvenes y adultos, gente interesada en el periodismo, en la historia, en la crónica, que se preocupan en su propia localidad, en el rescate histórico, en tomar fotos o contar historias.