Especialista advierte sobre beber agua con exceso de flúor

17 de Febrero de 2015
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Guadalajara, 17 Feb 15 (Notimex).- Ingerir agua con alto contenido de flúor daña órganos como el riñón y el hígado, además de que afecta la producción y cantidad de espermas y el sistema nervioso central, señaló la especialista María Isabel Pérez Vega.

La investigadora del Centro Universitario de los Lagos indicó que además se pueden presentar problemas dentales y esqueléticos.

Apuntó que de acuerdo a estudios que realizó, “en tres municipios de los Altos de Jalisco algunos habitantes tienen problemas para llevar a cabo tareas relacionadas con la memoria a largo plazo, las emociones y la resolución de situaciones, vinculadas a la capacidad cognitiva y el sistema nervioso central”.

Refirió que esto tiene su origen en el consumo del agua de la llave o de los pozos de esa región del estado, que contiene niveles de flúor por encima de lo que permite la norma de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Además de arsénico y plomo, debido a que proviene de aguas termales subterráneas”, advirtió.

Añadió que como parte de la investigación, realizó encuestas, test neuropsicológicos y pruebas de orina a 959 personas de los municipios de Lagos de Moreno, Unión de San Antonio y Teocaltiche, así como de la ciudad de León.

Subrayó que las personas presentan una disminución en la ejecución de estas tareas que implican concentración, memoria y solución de problemas, “logran concluirlas pero tardan en hacerlas; esto permite medir el daño que tendrían en la capacidad cognitiva y el sistema nervioso central”.

Mencionó que, a la par, analizó muestras de agua de la llave y potable y experimentó con ratas, con la finalidad de tener datos comparativos.

Precisó que por tener pocos recursos económicos, los habitantes de esos municipios sí beben agua embotellada pero optan por la de la llave o del pozo para cocinar, “la hierven, pero estos elementos (el flúor, o sustancias como el arsénico) no desaparecen, sino que se concentran al evaporizarse el agua”.

Expresó que estas personas están sobreexpuestas al flúor, sustancia que “tiende a acumularse en tejidos humanos o de las plantas que son regadas por ese mismo tipo de agua o que toman las reses, y la gente come de esos alimentos y de esa carne, además de la sal fluorada, la pasta de dientes o los enjuagues bucales, elementos tan cotidianos en los que pasa inadvertido”.

Recomendó a las personas comprar agua embotellada de empresas que estén verificadas y reguladas por las autoridades de salud, evitar cocinar con agua del pozo o de la llave; caminar, bailar, correr o nadar para oxigenar el cerebro y evitar el deterioro de las células”.

Así como ingerir alimentos como brócoli, sandía, cebolla, jitomate, cacahuate, almendra, uva, espárragos, ricos en antioxidantes y ponerse retos mentales como aprender destrezas manuales o hacer crucigramas para ayudar al correcto funcionamiento del cerebro.

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