Cooperación de Turquía es clave para controlar al Estado Islámico

24 de Diciembre de 2014
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Bruselas, 24 Dic (Notimex).- La Unión Europea y Estados Unidos acreditan que su esfuerzo conjunto para detener el avance de la organización extremista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak está dando resultados, pero reconocen que la lucha está lejos de terminar.

Analistas entrevistados por Notimex estimaron que hace falta al menos una década para controlar la situación y señalaron que la cooperación con Turquía es un elemento clave en ese proceso.

“Turquía es el principal país de tránsito para los combatientes extranjeros que buscan sumarse a las filas de EI y también para el petróleo contrabandeado por el grupo, que es su principal fuente de financiación”, observó Ian Lesser, de la oficina europea del centro de reflexión German Marshall Fund (GMF).

El gobierno turco afirmó haber incautado unos 80 mil litros de crudo contrabandeado por EI y prohibió a siete mil posibles yihadistas dejar el país desde principios del año.

“El control de esos flujos no es fácil para Turquía, dado su gran frontera y a que las redes de EI en la región están bien establecidas”, señaló Lesser.

Además, la “sospecha mutua” entre el país y la Unión Europea (UE) y la divergencia de los dos socios con respecto a las prioridades en la lucha contra el EI dificultan la colaboración en materia de inteligencia e intercambio de información.

“Turquía tiene más interés en controlar la situación en Siria, pero Estados Unidos y la UE están más interesados en Irak. También quiere que se cree una zona segura para los refugiados y una zona de exclusión aérea, pero Estados Unidos y la Unión Europea no están dispuestos a hacerlo todavía”, consideró Lesser.

Sin embargo, Marc Pierini, del centro de análisis de política exterior Carnegie Europe, señaló que la cooperación entre las autoridades europeas y Ankara “está mejorando en beneficio mutuo, ya que los países europeos y Turquía comparten las mismas amenazas a su seguridad interior”.

“La cooperación en esa área no se ve afectada por las dificultades en otros segmentos de las relaciones entre la UE y Turquía”, afirmó.

Los analistas también coincidieron en la importancia de que la coalición internacional no se limite a los ataques aéreos contra posiciones del EI, sino que trabaje con aliados moderados sobre el terreno.

“El problema es que primero debemos descubrir quienes son, quien es realmente capaz de actuar, lo que no está nada claro actualmente”, dijo Lesser, al descartar al Ejército Libre Sirio (ELS) como posible aliado.

Al mismo tiempo, el analista de GMF puso en duda que una misión internacional para entrenar tropas iraquíes pueda lograr resultados y recordó que el actual ejército del país árabe ya fue formado y equipado por Estados Unidos tras el derrocamiento de Sadam Hussein.

“Eso se probó inadecuado para tratar el problema de EI”, sostuvo.

En junio pasado, unos 60 mil soldados iraquíes huyeron al avance de unos 1.2 mil combatientes de EI en la ciudad de Mossul, dejando atrás armas y equipos pesados suministrados por Estados Unidos.

“Dudo que algo sea diferente ahora si no se cambia el escenario político y social en Irak, lo que puede tardar años. Simplemente no hay ánimos, ni liderazgo”, opinó.

Pierini, de Carnegie Europe, no comparte esa opinión.

“El esfuerzo por equipar y entrenar tropas en Irak se centra, en el momento, en las fuerzas kurdas. Las tropas del gobierno regional de Kurdistán se han mostrado eficientes en resistir al avance del EI”, afirmó.

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