Gerardo Kleinburg satisfecho por impacto de su novela “Éxtasis”

09 de Diciembre de 2014
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México, 9 Dic (Notimex).- A través de las redes sociales, la prensa y la legión de lectores que habitualmente sigue las publicaciones de Gerardo Kleinburg (Ciudad de México, 1964), el autor sabe que su reciente libro “Éxtasis, una novela en siete cápsulas”, ha sido amplia y gratamente acogida por el público que lee en idioma español.

“He recibido un número no pequeño de respuestas espontáneas y solicitudes de charlas y entrevistas que llaman mi atención porque la novela está cumpliendo el propósito básico que tiene desde que fue concebida: Decir algo a la gente, atrapar su atención y hablar a quienes viven experiencias cotidianas y van por la vida como cualquier mortal”, expresó.

En entrevista con Notimex, el escritor hizo un balance del impacto de esta novela recién puesta en el mercado y en un ejercicio de modestia señaló que pese a la avalancha informativa diaria y de las redes sociales que atrapan la atención de millones de personas en México y el mundo, miles ya se han sumergido en esta novela con un interés evidente.

“Tal vez se debe a que la novela se ha publicado en este momento, en este país, justo en el instante debido... Pensar en las drogas, de la vida cerca de ellas y en torno a ellas, es algo vigente. Hablar cómo la producción, tráfico y consumo de estas sustancias incide sobre la cotidianidad de todos nosotros, es parte de esta novela”, añadió.

Destacó que ya sea que las consumamos o no, creamos que tenemos contacto con ellas o no, es un tema para reflexionar. “Este libro habla de personas ordinarias en situaciones extraordinarias, con un elemento adicional que atrae a los lectores: Habla de personajes y situaciones que nos pueden resultar cercanas a todos”.

Dejó ver que las historias del libro, que transcurren de manera paralela sin el tradicional formato de capítulos en el índice, incluyen a una madre y una hija que no entienden cómo establecer su relación.

También narra la historia de dos amigos, uno de ellos enfermo, que no saben cómo despedirse, y un siquiatra que cree poder curar el stress postraumático a víctimas de violencia.

Un joven en la Ciudad de México que tiene la vocación de la fe católica y el sacerdocio, pero que duda ante muchos de los dogmas y de las órdenes de renunciación que exige esa profesión.

“Así, el libro avanza por situaciones que resultan más cercanas y cotidianas de lo que mucha gente podría pensar”, abundó Gerardo Kleinburg, quien estudió durante cinco años la química del éxtasis y eso, lo llevó a escribir en este libro sus experiencias sobre esa droga que en la actualidad es utilizada para sanar en Estados Unidos.

Bioquímico egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el autor investigó durante un lustro sobre la química del éxtasis, y todo lo relacionado con su neurotoxicidad y la neuroquímica de las emociones.

Siempre estuvo motivado por saber más de esa droga, única sustancia ilegal que hoy se usa para intentar curar, sobre todo, en diversas ciudades de los Estados Unidos, con todas las aprobaciones correspondientes.

“Todo mundo sabe que la mariguana sirve, se receta y se usa en el tratamiento de algunos síntomas. Pero pocos saben que hoy, mediante protocolos oficiales, al menos en Estados Unidos, el éxtasis es utilizado para curar el estrés postraumático, es decir, para ayudar a quien ha sufrido un trauma por guerra, violencia o agresión sexual, a salir de ese estado”.

“Se ha escrito mucho sobre otras drogas y me pareció atractivo escribir sobre esta sustancia que se consume masivamente en todo el mundo”, apuntó.

“Extasis, una novela en siete cápsulas” ya está en el mercado con inusual éxito porque señala cómo un elemento externo como el éxtasis puede alterar en las personas su química de las emociones, y cómo esa alteración genera situaciones distintas. “Es una novela humana sobre cosas cotidianas”, reiteró Kleinburg.

“La novela transcurre en una velada en la Ciudad de México y abordo un tema que me gusta, el del tabú de las drogas”, explicó el autor, quien adelantó que en el mediano plazo podría escribir sobre otros tabúes que le apasionan como el de la sexualidad, la religión o la fe.

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