Relatos de la guerra en Colombia desde las voces de las víctimas

05 de Noviembre de 2014
Guardar
Bogotá, 5 Nov (Notimex).- El Grupo Memoria Histórica visibilizó la tragedia de las víctimas del conflicto armado colombiano, con relatos, cuentos y poemas, escritos por hombres, mujeres y niños que forman parte de los millones de desplazados por los actores de la guerra.

Los relatos fueron seleccionados por los investigadores del Centro de Memoria Histórica, una institución que reúne y recupera todo el material documental, testimonios orales y por cualquier otro medio relativos a la violencia en esta nación sudamericana.

Uno de los relatos que estremece al lector fue el que escribió el niño Stiven Londoño, cuando tenía 13 años, y fue uno de los testigos presenciales de la masacre de Segovia en 1980.

Cuatro años después de la masacre, Stiven, a sus 17 años, fue asesinado por los propios autores de la masacre de Segovia y desde entonces su madre lo recita como homenaje no solo a su hijo, sino a las víctimas de esta guerra.

“Cómo hacer para olvidar el rostro de aquel pequeño que abatido por las balas/pide abrigo con empeño/Son las 8 de la noche y está lloviendo en mi pueblo/Si el hospital está lleno/Lo estarán los cementerios.

Hasta cuándo pues la guerra/y el doblar de las campanas/el gemido de los huérfanos/y el llanto de las ancianas”.

Este es uno de los versos del poema del niño Stiven, que cuando regresó a su casa en Segovia después de presenciar la masacre en su pueblo, se preguntaba: “Hasta cuando mamá... Hasta cuándo mamá...”.

Otro de los poemas fue el de la Masacre de Bojayá, el 2 de mayo de 2002, y cuyo texto lo escribió Domingo Mena Valencia, cantautor del departamento de Chocó, en el noroccidente de Colombia, zona de la matanza.

“Qué dolor me da cuando llego al cementerio/ de ver a mis paisanos muertos en la iglesia/están abandonados como muerto sin doliente/ los muertos del 2 de mayo siguen siendo abandonados.

Están metidos en bolsas/Ellos no están en cajón/Es cosa de tristeza y al mismo tiempo es dolor/Nunca se me olvida lo que pasó en Bojayá/ Muerte de tantos niños/ Sin haber necesidad/¡Ay! El 2 de mayo fecha que nunca se olvida/Esta guerra loca/Acabó con muchas vidas”.

Y Delis Palacio, una líder del movimiento de víctimas, tituló su poema “¿Quién reparará mis huesos rotos?” y empieza su relato testimonial:

“Quién nos devolverá la fe perdida/que con amor y franqueza fue parida/quién nos regresará aquel futuro y la esperanza/Quién ha de regresar los sueños/quién reparará la vida destruida/con impunidad, falsa hipocresía”.

Estas expresiones literarias que nacen desde lo más profundo del conflicto armado colombiano que en cinco décadas ha dejado cerca de siete millones de víctimas, son un aporte para construir la memoria histórica de la guerra.

Pero a la vez para contribuir en el debate sobre el tema de las víctimas, el perdón y la reconciliación que hoy es el eje central de las discusiones en la mesa de negociaciones entre las guerrillas de las FARC y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, en La Habana.

Archivado en